- Detectan casos de niños de 12 años
Córdoba.- Drogas de impacto como la marihuana y el cristal están desplazando al tabaco y el alcohol como drogas de primer contacto. Jóvenes desde los 12 años consumen las sustancias sin importar el alto grado de adicción que generan y las consecuencias físicas que derivan de su consumo.
A través del Centro de Atención Primaria en Adicciones (CAPA) se detectaron tres casos de adictos al cristal a finales del año pasado.
De acuerdo con el coordinador del CAPA en la Jurisdicción Sanitaria Número 6, Julio César Martínez Victoria, por los acercamientos y pláticas en las escuelas, se ha detectado que existe un mayor circulante de la metanfetamina en el mercado local.
La facilidad de acceso a las drogas ha hecho que el consumo de la marihuana se incremente hasta en un 20 por ciento, principalmente en jóvenes varones de los 12 a los 17 años. Aunque las mujeres no se quedan atrás, se estima que por cada tres hombres consumidores de la cannabis, hay una mujer en el mismo rango de edad.
*Frase
“Antes, los chavos iniciaban con el tabaco y el alcohol, y eso abría las puertas a otras drogas; ahora, están iniciando directamente con marihuana y otras más fuertes. Eso les impacta severamente porque el daño es rápido, se hacen adictos a la sustancia”.
Julio César Martínez Victoria
Coordinador del CAPA
Al cierre del 2017, el CAPA había atendido un promedio de 400 pacientes con problemas de drogas, de los cuales cerca de 100 eran consumidores de marihuana y tres casos de jovencitas de entre 15 y 16 años adictas al cristal, aunque en esta situación la cifra puede ser mayor al considerar que no todos los adictos están buscando ayuda a su problema. Según explicó, este tipo de drogas fácilmente “abren la puerta” para el consumo de otras sustancias como inhalables, sobre todo ahora que los jóvenes han dejado de ver a la cannabis como una droga para considerarla una sustancia recreativa.
Aunque el especialista consideró que el peligro de las drogas siempre ha existido, actualmente es una realidad que están más al alcance de los consumidores. Por ello, es necesario que los padres de familia trabajen con responsabilidad, comunicación y vigilancia del actuar de sus hijos.