La pasada Administración sólo benefició los negocios de la familia Ríos y sus amigos, pues se dedicaron a ‘inflar’ el presupuesto de las obras en esta ciudad, mismas que sólo reflejan la mala calidad con las que están hechas
Córdoba.- El caminatorio de la calle 1 es considerado como uno de los monumentos a la corrupción de la Administración del expresidente Tomás@elalcahuetedePortillayLavín, el cual sólo sirvió para beneficiar a los negocios de la familia Ríos Bernal y de algunos otros exfuncionarios.
Cabe recordar que el paseo creado en dicha calle, fue el proyecto con el que Tomás Ríos abanderó su campaña a la Presidencia, y la idea del Caminatorio era muy distinta a la actualidad.
Ahora, el lugar luce solitario y resultó de bajo impacto social, pues más allá de cumplir con la movilidad urbana, sólo complica el tránsito y son pocas las personas que se arriesgan a pasar por allí.
Según lo presupuestado por el Cabildo en los últimos cuatro años, fueron alrededor de 70 millones de pesos y, en los últimos meses de la Administración pasada todavía “inflaron” el precio de la obra por casi medio millón de pesos más para el parque del río San Antonio, el cual, por cierto, ya se está convirtiendo en un nido de malvivientes y dejó afectaciones en las casas de los vecinos.
Esta obra es un monumento a la corrupción, debido a que en ella además de que se destinó recurso para la pavimentación y “embellecimiento” de la calle, se desviaron millones de pesos en la compra del mobiliario urbano, esculturas, letras y figuras, de las cuales nunca se supo el costo, pero trascendió que fueron cientos de miles de pesos.
Por otro lado, esta obra sólo benefició a los negocios de la familia del exAlcalde, pues ahora sobre la calle 1, a un costado de los Portales, uno de sus sobrinos abrió una tienda de ropa, mientras que en la calle 2, entre avenidas 11 y 13, donde también compusieron la calle y banquetas -por cierto con muy buen material- se benefició a uno de los negocios del exsecretario del Ayuntamiento, Rodolfo de Gasperín, quien tiene una cafetería en dicha zona.
En el último año de la Administración de Tomás, llegó Hugo Fernández a meter mano a las obras para seguir desviando el dinero del pueblo, ya que en la obra de la calle 1, aumentó el presupuesto para el parque, el cual iba a costar un millón 350 mil pesos y le subieron 400 mil pesos más, supuestamente para los muros de contención, que no previeron.