Córdoba.- Fieles devotos a San Sebastián, piden que ayude, proteja y guie a todos los que ejercen la autoridad y con ello, puedan hacer su trabajo para el bien de la población.
En el marco de la fiesta patronal en su honor, ayer se realizó en la Rectoría de San Sebastián, una misa de unción de enfermos.
Aunque hoy es la fecha oficial en la que se conmemora a San Sebastián, la celebración inició desde el pasado miércoles.
El párroco Erasto Ramírez Razo recordó que debido a que el Santo se considera patrono de aquellas profesiones como son los policías y de todos los que ejercen la autoridad en sus diversos niveles, es necesario que cuenten con su guía para garantizar que cumplan con su encomienda por el bien de la población.
Insistió que la intervención del Santo es muy necesaria, sobre todo en estos tiempos donde se necesita tanto de la seguridad; por ello, es necesario se guíe a los soldados y los policías al considerar que son ellos quienes pueden ayudar por estar al servicio y custodia de las vidas, seguridad, las familias y niños.
Tras celebrar la misa de unción de los enfermos, reiteró que Jesús vino al mundo a salvar a los oprimidos, es decir, todos los que están “anclados” y para quienes es necesario pedirle que venga para liberarnos de todos esos males, considerando que son los “enfermos” quienes más lo necesitan, principalmente aquellos “enfermos del alma”.
LA HISTORIA
El 20 de enero es fiesta de San Sebastián, patrono de arqueros, soldados y atletas. Su nombre significa “Digno de respeto, venerable” y utilizaba su cargo de militar romano para ayudar a los cristianos prisioneros.
Se dice que San Sebastián era Capitán de la Guardia del Palacio Imperial en Roma y cierto día un mártir estaba por desanimarse a raíz de las lágrimas de sus familiares. El Santo lo animó a mantenerse firme y a dar la vida por Jesucristo. De esta manera el creyente pudo dar testimonio con el glorioso martirio.
Más adelante, San Sebastián fue denunciado ante el emperador por ser cristiano. Maximino lo llamó y le ofreció ser ascendido si dejaba de ser cristiano, de lo contrario sería degradado y atravesado por flechas.
Él respondió diciendo que seguiría siendo seguidor de Cristo hasta el final y fue condenado a morir por flechas. Su sepulcro en las catacumbas de la vía Apia, fue venerado por los cristianos. En Roma se edificó una basílica en su honor y ha sido invocado como patrono contra las flechas envenenadas, las plagas y enfermedades.
