Mariano Escobedo.- Un campesino fue asesinado de un machetazo que le dio su compadre en un ajuste de cuentas, la noche del sábado en la comunidad de Chicola.
El suceso movilizó a elementos de la AVI y Policía Municipal, logrando la detención de tres personas.
Los asegurados son Javier Sánchez Hernández (a) “El Cuajo”, su esposa Enriqueta Constantino Martínez, y el hijo de ambos, Eugenio Sánchez Constantino, agricultor, de 23 años.
Especialistas en Servicios Periciales inspeccionaron el sitio del crimen para estudiar huellas dactilares en un machete, a fin de obtener pruebas en contra del presunto responsable.
El finado fue el campesino Serafín Gallardo Flores, quien tenía 59 años, con residencia en calle Miguel Hidalgo número 14, de Chicola.
Su esposa, Iraís Crescencio Arenas, fue quien lo encontró e identificó ante el secretario del Ministerio Público, licenciado Fernando González Serrano, y el fiscal Ramar Mendoza Díaz, quienes abrieron investigación ministerial al respecto.
Según Iraís, ella es empleada y el sábado alrededor de las 21:30 horas llegó a su casa.
Al abrir la puerta encontró a su esposo tirado en el suelo, desangrándose, por lo que pidió ayuda.
Elementos de la Policía arribaron únicamente para confirmar la muerte del agricultor, por lo que dieron parte al Ministerio Público.
Al profundizar en las diligencias, autoridades conocieron que durante la tarde, Serafín estuvo platicando con Isidro Vallejo y Javier Sánchez, sentados afuera de la vivienda.
Una niña los vio, pero no se percató si discutieron, lo cierto es que después Serafín fue hallado muerto.
Los criminalistas señalaron que de varias heridas que le encontraron al cuerpo, la principal fue la producida en la base de la nuca, la cual le provocó una hemorragia severa y consecuentemente un infarto.
Después de dar fe de los hechos, el Secretario Ministerial ordenó que el cuerpo fuera enviado a la morgue para practicarle la necropsia y oficializar causas de muerte.
Personal de la funeraria Gutiérrez levantó el cuerpo y lo trasladó a sus instalaciones, en donde además lo prepararían para darle sepultura.
En tanto, las autoridades conocieron que el móvil del asesinato fue un ajuste de cuentas entre compadres, debido a un lío pasional.
Javier Sánchez descubrió que su esposa Enriqueta se entendía con Serafín, y el sábado al calor de las bebidas embriagantes, fue a la casa del finado y lo asesinó de 3 machetazos.
Así lo relató su hijo, quien dice que el finado a veces le daba dinero a su mamá, por lo que constantemente discutía con su hijo.
Serán las autoridades ministeriales quienes determinen responsabilidad en cada uno de los presentados.
El autor del asesinato, Javier Sánchez (a ) “El Cuajo”, fue detenido.
Tras cometer el hecho
“Ya me embarqué”, confiesa criminal
Mariano Escobedo.- Eugenio Sánchez Constantino, es el hijo de Javier Sánchez Hernández (a) “El Cuajo” y Enriqueta Constantino Martínez, quienes a la vez eran compadres del finado.
El sábado, según lo relata en declaración ministerial Eugenio, su padre llegó alrededor de las 17:00 horas a su casa y le pidió la moruna.
Horas después regresó, metió la moruna bajo su cama y supuestamente le exclamó “ya me embarqué”.
“Entonces yo revisé la moruna y tenía huellas de sangre, pero no estoy seguro, pudo ser la corteza de algún árbol”, dijo Eugenio.
En su relato ante el oficial secretario del Ministerio Público, licenciado Fernando González Serrano, el presentado reveló que de la misma manera, su madre le preguntó a su padre sobre lo que había hecho, y según le dijo Javier, le había pegado a Serafín.
Y es que los problemas con este último se generaron cuando un perro de Javier mató a un cerdo de Serafín.
A pesar del compadrazgo, se reclamaron y enfrentaron, por lo que la relación se fracturó.
Lo que empeoró la situación fue el hecho de que Javier descubrió a su compadre en amoríos con su mujer, por lo que decidió matarlo.
Sin embargo, Javier ha negado las imputaciones, se ha declarado inocente y dice que a él lo fueron a sacar de su casa.
Lo único cierto es la muerte de Serafín, por lo que ahora las autoridades investigan para determinar responsabilidades en los presentados.
Gabriel Lagos
El Buen Tono