Hay “profunda preocupación” por la liberación de Caro Quintero
La frase se escucha por todos lados, cada vez más frecuente, dentro y fuera del país: “¡Perdón, Felipe Calderón”! Y es que en poco más de ocho meses de gobierno priista, se han tolerado actos vergonzantes que han indignado y enfurecido a gran parte de la población. El retorno de épocas de impunidad comienza a preocupar.
De la exoneración de Raúl Salinas de Gortari por enriquecimiento ilícito, a la liberación del capo di tutti capi, Rafael Caro Quintero, pasando por la ceguera oficial ante el multimillonario jeque sindical petrolero, Carlos Romero Deschamps, el reclamo es casi unánime: regresamos ya a los años dorados del priato y a la simulación, la complicidad y al arropamiento institucional para los aliados al régimen.
Aún más: hasta en EU reconocen que hay un retroceso con el gobierno peñista, en comparación a lo avanzado con Calderón en cuanto a cooperación bilateral en la lucha contra el crimen organizado. Y no es para menos: la libertad de Caro Quintero representa un punto de quiebre en esa frontera tan delicada como peligrosa llamada lucha contra el narcotráfico.
Caro Quintero es el emblema del poderío del narco mexicano, de su impunidad, de su grado máximo de violencia, de su desafío al ordenar asesinar a agentes de la DEA, del sometimiento de las policías mexicanas, de la corrupción institucional… y ahora está libre. Y ya se esfumó.
En la Casa Blanca están furiosos. Hay “profunda preocupación” por la liberación de Caro Quintero. Y más: “Estamos tan decididos que Caro Quintero afronte a la justicia en Estados Unidos, como lo estábamos inmediatamente después del asesinato del (agente de la DEA) Kiki Camarena”, sostuvo la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Caitlin Hayden.
“Es insultante”, definió el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, Michael McCaul, quien señaló que esto es “una prueba para el presidente Peña Nieto para que Caro Quintero vuelva tras las rejas”. Los legisladores gringos enderezan sus críticas y no cesarán en este propósito. Ya lo veremos.
Pero la Asociación de Agentes Federales Narcóticos de EU fue más allá:
“La liberación de este violento carnicero no es más que otro ejemplo de cómo los esfuerzos de buena fe de EU para colaborar con el gobierno mexicano, pueden verse frustrados por las poderosas fuerzas de la oscuridad que trabajan en las sombras del sistema de ‘justicia’ mexicano”.