Diez días después del primer embate violento de (supuestos) maestros de la CNTE contra las sedes de la Cámara de Diputados y del Senado, los legisladores mantienen aún “la guardia baja y la cabeza gacha…” ante ellos, igual que lo hacen las autoridades federales y capitalinas en lo que a garantizar el orden público y el libre tránsito, por ejemplo, se refiere.
En los últimos días, efectivamente, tras evidenciar su capacidad para tomar por rehén al Distrito Federal y a sus habitantes o, peor, al país entero vía el irresponsable e impune bloqueo del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, los vándalos agrupados bajo las siglas de Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación mantienen sin clases a más de dos millones de niños y jóvenes en diferentes entidades, a la población capitalina bajo presión y, por si algo faltara, ahora también a medios de comunicación y a media docena de embajadas.
Ayer incluso, previo el inicio de la primera negociación entre representantes del magisterio contrario a la reforma educativa y del Congreso, los primeros dejaron en claro que “bajo ninguna circunstancia renunciaremos a nuestra estrategia de diálogo-movilización (presión)…” en tanto que, en boca del perredista Mario Delgado, los segundos insinuaron que antes que otra cosa, “solicitaremos una tregua…” (a la contraparte, se entiende) para tratar de superar el entorno “de desquiciamiento en que se encuentra la ciudad”.
Más allá del resultado del encuentro, vale destacar, los activistas contra la reforma educativa asumieron como propias, la lucha contra las reformas energética, fiscal y cualquier otra que no les parezca y, de manera paralela, advirtieron que así como el próximo sábado 31 realizarán una marcha multitudinaria en defensa de sus posiciones, el domingo 1 volverán a tomar las calles para manifestarse en el marco de la presentación del Primer Informe del presidente Enrique Peña Nieto.
Digámoslo claro: poco o nada podrá avanzarse de manera permanente y de fondo en la solución del problema planteado por la Coordinadora si, con negociaciones o no, el Legislativo no asume como propia la responsabilidad de dictaminar la Ley del Servicio Profesional Docente ahora en suspenso y, por su parte, la autoridad federal y local no hacen valer la ley…
Asteriscos
* Apenas oportuna, y justa, la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de Raúl Plascencia a Miguel Ángel Mancera y al titular del Tribunal Superior de Justicia del DF, Edgar Elías Azar, urgiéndoles a presentar una disculpa pública a la señora Ana María Orozco, ex pareja del impresentable ex presidente de la Suprema Corte,Genaro Góngora Pimentel, “por las violaciones en que incurrieron servidores públicos de dependencias a su cargo”, que mantuvieron presa a aquélla, siendo inocente, y a sus hijos, que padecen autismo, alejados de sus cuidados por un año.
Veámonos el viernes, con otro asunto De naturaleza política.