Veracruz.- Mario Fernández Tapia vivió 22 años casado con Lidia García Trujillo, hace ocho años se fueron de la comunidad de Roca de Oro hacia la Ciudad de México para buscar mejores oportunidades de trabajo.
Regresaron a tierras veracruzanas hace unos meses, sin embargo, la madrugada del lunes 26 de agosto murieron junto con dos de sus hijos Mario y Yareli y la abuela Marina Trujillo Solano, luego de que los escurrimientos de agua provocados por la tormenta tropical “Fernando”, volcaran piedra y lodo del cerro para luego derribar su casa.
“Se confiaron, había llovido más feo antes y no había pasado nada”, lamentó María Elena Fernández Tapia, hermana de Mario.
Marina era recién llegada al pueblo, hace apenas un mes que volvieron a su lugar natal. Su esposo era albañil en el Distrito Federal pero consiguió trabajo en Xalapa, se veían los fines de semana luego de la jornada laboral.
Su hijo Mario estaba por ingresar al Telebachillerato de Yecuatla, poblado cercano a la comunidad, y su hija Yareli estaba en la primaria de la misma población. La pequeña recién había hecho su confirmación, junto con otros 22 niños, el pasado 14 de agosto.
A la familia Fernández Trujillo le sobreviven dos jóvenes: Marien y Alex, quienes estudian administración de empresas y construcción respectivamente, ambos en el Distrito Federal.
A las nueve de la noche de este lunes, se ofreció una misa en la cancha de basquetbol de la región, la cual fue improvisada como velatorio.
Al lugar asistieron pobladores tanto de Roca de Oro, como de Yecuatla, entre otras comunidades.
Además de la familia Fernández Tapia también fallecieron Paula Hernández Hernández, Verónica Pérez Hernández, la menor Sugey Morales Pérez y Carlos Eduardo Pérez Hernández, de ocho meses de edad.
“Eran buenas familias las dos, por eso estamos todos aquí, todos tenemos algo que recordarles”, expresó Zoila del Moral Juárez, catequista de la comunidad.
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