Córdoba.- No conforme con todo el desastre que deja Tomás Ríos tras su lamentable segundo paso por la Alcaldía de Córdoba, ahora trasciende que los 10 Regidores que lo acompañaron durante su gris desempeño y que a todo dijeron sí, arrodillados y complacientes ante las ocurrencias, caprichos y necedades del nefasto ya casi exAlcalde, recibirán de sus manos un abultado Bono de Marcha de 350 mil pesos, cada uno de los diez, como despedida del Ayuntamiento, en premio a quién sabe qué mérito.
Así, mientras la mayoría de los ciudadanos cordobeses lucha a diario para ganarse el sencillo sustento, y con sus impuestos, multas, necesidad de estacionamiento, trámites y demás pagos por pésimos servicios recibidos en los últimos cuatro años, engrosaron las cuentas bancarias de la Tesorería Municipal, estas inefables personas recibirán, además de su mal devengado salario, su Aguinaldo, su participación en los últimos “moches” y sus “cochupos”, 350 mil pesos más, cada uno, regalados por el alcalde alcahuete Tomás Ríos.
Si esta exorbitante cantidad entregará el alcahuete de Portilla y Lavín a cada uno de los Regidores, ¿cuánto le dio al corrupto y deshonesto Síndico Único Luis Alberto García Hernández, o al nefasto y decrépito vividor del presupuesto municipal, el Secretario Rodolfo de Gasperín, principales cómplices que lo acompañaron en sus atracos a los recursos económicos de la ciudad, e impulsaron por su cuenta otros tantos? ¿Y cuánto se embolsará por “Bono” final él mismo y sus íntimos que se han ocupado en abrir y cerrarle las puertas de sus oficinas del Palacio Municipal, donde se cocinaron tantos negocios y pillerías, dejando el Programa Operativo Anual en el cesto de la basura y convirtiendo al Cabildo en una corte versallesca y sumisa?
Lo único bueno, es que para Tomás Ríos los tiempos se cumplen indefectiblemente y en 9 días por fin abandonará el Palacio Municipal, dejando en la memoria colectiva la imagen vil de un sujeto sin vocación de servicio que ingresó a la política utilizando un Partido Político que después nunca respetó, para aumentar su riqueza robando a manos llenas el dinero del pueblo de Córdoba.
En su desvergonzada aventura para desviar y robar el presupuesto destinado al municipio, tuvo a los Regidores siempre como genuflexos lacayos y cómplices abocados a aprobar todo sin chistar una palabra y ni siquiera cuestionar acerca de la nula calidad de obras o las equivocaciones en las acciones municipales que tanto han afectado a los cordobeses.
Primero, les aumentó en un 30 por ciento el salario, de manera por demás ilegal encubierta, para asegurar el silencio y la participación en sus desmanes. Pero durante todo el cuatrienio sobraron las prebendas, canonjías y concesiones que otorgó a sus cómplices en la repartición del botín, que ahora engrosan con este “Bono de Marcha” escandaloso.