Región.- La “Caravana de Madres Centroamericanas” concluyó sus actividades con siete reencuentros de migrantes desaparecidos con sus familiares, esto en el marco del Día Internacional del Migrante que se celebró durante esta semana.
Martha Sánchez y Rubén Figueroa, quienes intervienen en el apoyo de las madres centroamericanas, señalaron que hacen todo lo posible por unir a las familias que han sido separadas por la migración. Mencionaron que este año lograron reunir a siete parientes, de los cuales seis son de Honduras y uno de El Salvador.
“Para los participantes de la Caravana fue un cierre alegre a un recorrido de cuatro mil kilómetros, el cual trajo lágrimas, risas, abrazos y aprendizajes. Las madres y los padres que vienen del ‘Triángulo Norte Centroamericano’ (Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua) se llevan un compromiso renovado para seguir adelante en su búsqueda, misma que se vuelve una sola y que tiene la finalidad de encontrar a todos los migrantes desa-parecidos”, expresaron.
Las madres reconocen que no están solas en esta labor, pues la búsqueda de una se convierte en la de sus compañeras, vecinas e integrantes de los diversos organismos que hay en sus países o regiones.
Ambos representantes detallaron que uno de los encuentros realizados en el presente año fue el de Catalina Narcisa con su hijo Elisandro Reginaldo Roblero Roblero, de Honduras, mismo que se llevó a cabo en el comedor de Las Patronas, en Amatlán de los Reyes. Dicha madre volvió a ver a su consanguíneo después de 20 años de haber perdido todo contacto con él.
Otro fue el de Clementina Murcia González, originaria de San Pedro Sula, con su hijo Mauro Orlando Funes, quien fue localizado en Guadalajara, luego de 16 años de incomunicación. Uno más fue el de Justina Hernández, también proveniente de San Pedro Sula, quien viajó en avión por primera vez en su vida para reunirse con su hijo Javier Antonio Soriano Hernández, el cual fue localizado en Mexicali, Baja California, tras 13 años de no tener noticias mutuas.
La hondureña Doris López se reencontró con su hijo Carlos Roberto Mejía López, quien viajó de Monterrey a Guadalajara, luego de más de 10 años de no verse. Dichas acciones se realizaron gracias a “Puentes de Esperanza”.
Otras reuniones fueron la de Dilma Pilar Escobar Medina con su hija Olga Edelmira Romero Medina, en Villahermosa, Tabasco, y José Sabas Martínez Benítez con su hija Denia Elizabeth Martínez Menjivar, en Tabasco. La única familia de El Salvador que volvió a verse fue la de María Inés García con su hijo René Alonso Bolaños, quienes habían perdido contacto desde hace cuatro años.
