Córdoba.- El cinismo y la corrupción con la que se está comportando Tomás@elalcahuetedePortillayLavín en estos últimos días de su fallida administración, ya es intolerable.
No solamente se ha negado reiteradamente a llevar a cabo de manera formal el proceso de entrega, sino que se ufana de que el Órgano de Fiscalización del Congreso lo felicitó “porque ya va en un 93 por ciento” de la entrega-recepción, y paga al periódico coludido (¿quién más se prestaría a publicar esas mentiras?) para que lo publique y lo festeje.
Lo cierto, es que no ha entregado absolutamente nada, y en su actuar irresponsable y corrupto, está causando un daño importante a la ciudad que lo ha albergado, que le ha dado a él y a su familia la oportunidad de vivir e incluso de malgobernarla.
Su insistencia grosera, terca, irresponsable y necia, de esperar hasta el 1 de enero para entregar la información que las leyes marcan, es un acto ruin, que sólo muestra el desprecio que este malogrado gobernante siente por su ciudad, por quienes gobierna, y por las personas que, luego de un triunfo electoral, están esperando información para poder realizar sus planes y proyectos para la ciudad de manera correcta.
¿Por qué no quiere entregar la información? Lo más sencillo sería aceptar como respuesta lo que ya es un grito en la ciudad: Porque están “maquillando”. Porque están tratando de “cuadrar” las cuentas.
Lo que esconde el Alcalde alcahuete, es otra de sus trapacerías, como veremos más adelante. Está tratando de gastar todo lo que pueda, no solamente para no dejarle recursos a la nueva Administración, sino para aprovechar hasta la última oportunidad de robar, a través de contratos de obra de última hora, con contratistas también corruptos que “inflan” los precios para dar jugosos “moches” a Tomás y sus amigos.
ESCONDIENDO LA TRISTE REALIDAD
Porque también, habría que recordar que Tomás tiene meses sin informar. Por Ley, todas las Administraciones municipales tienen que informar públicamente, a través de sus portales de Transparencia, el estado de cuentas que guarda la Administración Pública.
Cada mes, la Administración municipal de Córdoba debe enviar al Congreso su balance financiero, sus “cuentas”, y publicarlo en la página web del gobierno de Córdoba, y es el Congreso, a través del Orfis, quien revisa y en su caso hace observaciones, si algo está mal… Pero la última información que Tomás subió a su portal de Transparencia, al menos hasta la hora en que esto se escribe, fue la correspondiente al mes de agosto.
Ya tendría que haber sido sancionado por esta situación, porque la Ley prevé sanciones al respecto. No se ha “publicado” la información que por Ley debe ser pública, de septiembre, ni de octubre, ni de noviembre… y está a punto de terminar diciembre.
En el ultimo informe publicado, el correspondiente a agosto, se puede ver claramente una irregularidad: una subutilización del presupuesto disponible.
Esto es, las partidas presupuestales aprobadas por el Cabildo y posteriormente por el Congreso, deben ser utilizadas para lo que fueron presupuestadas.
Vamos a dar un ejemplo: Si se aprobaron 100 millones para obra pública, no se pueden gastar en despensas, o en desfiles, o en uniformes, deben usarse para Obra Pública. Pero también, no se pueden gastar 110 millones si se presupuestaron y aprobaron sólo 100. Por lo mismo, no se pueden gastar menos de 100 millones, porque está aprobado que se ejecute Obra Pública por esa cantidad.
EL ACTUAR ESTÚPIDO DE ALGUNOS
Y resulta, analizando la cuenta pública de Agosto, que se tenían sin utilizar más de 220 millones de pesos destinados a Obra Pública. Esta subutilización del gasto público (para usar los terminos del Orfis y oficiales), también es una irregularidad.
Tomás tenía dinero en agosto, 220 millones al menos, que no había ejecutado, negándole a la ciudad la obra, tan necesaria, que habían presupuestado.
Es tan estúpido el actuar de la gente mediocre y deshonesta, que ni siquiera cuando tienen el dinero suficiente para resolver un problema de la ciudad, lo hacen. No se les ocurre que ese recurso puede resolver asuntos de vialidad, de seguridad, de falta de empleo, de tranquilidad social, de mejora en la forma de vida en alguna colonia, de limpiar y mejorar el ambiente y el paisaje urbanos, de alegrar la vida de los niños con un buen parque infantil… no tienen idea de para qué la gente los puso en esos puestos y lo que se espera de ellos.
Y entonces, se acuerdan Tomás y sus compinches que ya sólo les quedan unos cuantos meses, y deciden gastárselo lo más pronto posible, en lo que sea, aunque no sea urgente ni necesario, con dos propósitos: sacar la mayor cantidad de dinero en “moches”, para lo cual utilizarían a las constructoras “de casa”, como la de la familia del encargado de la Dirección de Obras Públicas, su primo Hugo Fernández Bernal, y además, para no dejar en la Tesorería ni un centavo para la próxima Administración.
Y el resultado de esta maquiavélica decisión, fue convertir el centro de la ciudad en un muladar intransitable, levantando las banquetas de las principales calles, afectando a decenas de comerciantes en la época más productiva para ellos, pero también a peatones, visitantes, conductores y todo aquel que requiera acudir a la zona más transitada y caminada de la ciudad, ganándose -una vez más- el repudio de los cordobeses.
Pero no sólo eso… en su afán de obstaculizar el camino a la nueva Administración, le impidió también la gestión oportuna de recursos millonarios, a través de la representación que los cordobeses tienen en el Congreso Federal. Desde el 5 de octubre, el diputado Marco Aguilar Yunes envió a Tomás un oficio, con copia a Lety López, informándole que era importante que le hicieran llegar -a Aguilar Yunes- sus propuestas de obra para el 2018, a fin de que el Legislador pudiera hacer los trámites correspondientes y se otorgaran los recursos para las obras solicitadas en las propuestas.
LA FALTA DE RESPUESTA
Los alcaldes de Ixtaczoquitlán y de Amatlán, por ejemplo, enviaron varios expedientes, y el año que entra las nuevas administraciones, además de sus presupuestos regulares, tendrán más calles pavimentadas, más drenajes, más agua potable, más electrificación o lo que solicitaron al diputado que les gestionara.
Fortín, con su mediocre alcalde golpeador y ratero, no mandaron nada. El oaxaco alcalde fortinense, por cierto, ya se robó hasta la nómina de diciembre, y nadie acude a trabajar a palacio municipal desde en inicio del mes…
Tomás, no solamente no solicitó nada… ignoró al diputado y bloqueó la llegada del oficio a la alcaldesa electa Lety López, quien asegura que no recibió ningún oficio.
Días después, nuevamente la oficina del Diputado Aguilar Yunes envió otro oficio a Tomás, también con copia a la alcaldesa electa. En ese segundo oficio le insistió en que la fecha límite para la solicitud de recursos financieros para obras públicas estaba muy cercana, que era importante que enviara los proyectos… Tomás lo volvió a ignorar y la copia del oficio nunca llegó a la oficina de transición de Lety López.
Le faltó al diputado Yunes ser más enérgico. Debió venir a Córdoba, citar a los medios, decir que era importante que Tomás actuara, integrara los expedientes, y enviara los proyectos y las propuestas. El Diputado no lo hizo y tendría que haber insistido más… también él recibe un sueldo para representar a los cordobeses. Es su obligación el buscar mejores condiciones de vida para sus representados, y si bien no es el principal objetivo de su labor como Legislador, la oportunidad que tiene de gestionar recursos, debe ser cumplida lo más eficientemente.
Aguilar Yunes envió dos oficios.
POR SUS OBRAS LOS CONOCERÉIS
Leticia López, por su parte, con su experiencia como Diputada Federal, buscó directamente a Aguilar Yunes y le pidió gestionar recursos federales para Córdoba. Ambos lo sabían, y ahí lo reconocieron, la firma de López Landero no servía para ese propósito, pues todavía es una Alcaldesa electa. Las solicitudes de recursos para el 2018 tenían que entregarse firmadas por el Alcalde alcahuete. Ese que no sólo no lo hizo, sino que se encargó de que Lety López no recibiera la copia.
Por su parte, el primo de Tomás, Hugo Fernández Bernal, sí hizo una petición, y le pidió al Alcalde alcahuete que se la firmara… pero la envió incompleta, por lo que no pudo integrarse el expediente y no llegará ese recurso. Ni eso pudo hacer bien el que a partir del 1 de enero buscará ser candidato a Diputado, ¡otra vez!
Estamos a diez días de que se vaya Tomás, y este mediocre, corrupto, deshonesto y ruin personaje, quien ya dice que dejará la política para dedicarse a servir café en su restaurante, se ha ganado con creces su lugar en la historia de Córdoba, como el peor Alcalde, el más deshonesto, el más corrupto, el más irresponsable Presidente municipal que nuestro municipio pudo haber tenido.
¡Feliz Navidad!
