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Narcotala en Chihuahua

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El crimen organizado se adueña de los bosques de la sierra Tarahumara de Chihuahua, donde arrebatan a los ejidos la producción forestal y obligan a los campesinos a sembrar enervantes, denuncian pobladores de comunidades como Madera y Guachochi, así como organismos no gubernamentales.
En todo Chihuahua, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente apenas dispone de 12 personas para inspecciones y vigilancia, lo que aprovechan los talamontes para adueñarse de tierras y extender su control a los aserraderos que envían su producto, legalizado, a ciudades del norte y el centro del país.
Los indígenas rarámuris son uno de los grupos más afectados.

FUENTE: UNIVERSAL

 

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