Juan Manuel Diez Francos es un empresario emprendedor e inteligente, su visión de un Orizaba moderno lo concretó en tres años, de la nada aparecieron parques y hermosos jardines, plazas, esculturas y mercados, fantásticas ideas que hacían de la Pluviosilla un terruño cuasi europeo, la Plaza Valle es su obra magistral que detonaría el ¡bum! comercial, atrayendo visitantes y turistas de todos lados interesados en adquirir marcas de prestigio, otros servicios y solaz remanso.
Pero algo sucedió en las mentes de visitas y ciudadanos orizabeños, porque en los tres años siguientes sobrevino la hecatombe comercial y dejó de ser interesante, la Plaza Valle se empieza a quedar muy sola y la brillante idea de Diez Francos se empieza apagar.
¿Qué ocurrió en esa transportación de las ideas que parecían desplazar a la ciudad de Córdoba del gusto comercial y apuntalar a Orizaba como la ciudad modelo moderna de la zona centro?, era muy común encontrar a muchos cordobeses y de otros municipios en sus plazas, todo apuntaba al renacimiento de Orizaba y la caída de Córdoba como eje comercial. Sólo bastaron tres años para que Córdoba recuperara su alto prestigio comercial y Orizaba se quedara con su sueño de ser grande.
Juan Manuel Diez tendrá que reconocer en estos cuatro años que gobernará por segunda vez su municipio, que los abusos administrativos del Ayuntamiento orizabeño acabaron con sus tenaces proyectos modernistas, un ejemplo, el Mercado Cerritos, fastuosas instalaciones de una fábrica ex-textilera, reconstruida para albergar espacios de lo que presumía Diez Francos sería un detonante espectacular del comercio local, él personalmente invitó a empresarios locales y foráneos de todos los ramos a que invirtieran sus capitales en adquirir espacios a precios muy elevados, con pésimos servicios, los baños públicos para todos porque está prohibido construir uno sólo en espacios amplios, negocio redondo para el alcalde y su gente, lo peor que el magistral Mercado Cerritos está convertido en un plasma fantasmal de ese gigante que soñó Diez Francos. Los empresarios en bancarrota se empezaron a despedir de Orizaba.
La plaza Valle está en el mismo sendero del Mercado Cerritos, ya no asombra que cada día se vean más cortinas cerradas y que poco a poco se vaya convirtiendo en una plaza silenciosa.
Juan Manuel sembró sus sueños en la abundancia y no se permitió observar que los municipios que rodean a Orizaba son de alta marginación y pobreza, se olvidó que el comercio levanta las ciudades cuándo hay dinero suficiente en las calles.
Aquí queda un crudo ejemplo, que aunque se inviertan millones de pesos en tentativas obras, por más que se ocupe capital para crear fantasías mágicas no se puede ocultar la pobreza de nuestra gente, si el pueblo no tiene dinero para gastar en mercados comunes, menos va a tener para hacer compras en fastuosas plazas y soberbios mercados. Diez Francos tendrá que reprogramar sus estados futuristas y redimensionar sus ideas en atender primero a la gran pobreza orizabeña y después establecer el modernismo.
Córdoba se enfrió un poco pero ahora seguirá creciendo como la ciudad consentida de la zona centro.
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