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“La ley, sin la fuerza, es impotente.”

Superiberia

Están a punto de reanudarse los cursos en el sistema escolarizado nacional, pero hasta principios de esta semana 35 mil niños oaxaqueños no habían recibido sus boletas del ciclo anterior. El Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca estaba reteniendo sus documentos. ¿Por qué castigar a tantos niños de esta cruel manera? Porque han tenido la osadía de tomar clases con maestros que sí quieren dar clases.

El gobierno de Oaxaca, encabezado por Gabino Cué, ha tomado partido por un grupo sindical que de manera sistemática boicotea la educación pública en agravio no sólo de los maestros comprometidos con su trabajo sino de los niños a quienes imparten clases. Ha favorecido así a la sección 22, que ha suspendido clases todos los años desde 1980, en su disputa con la 59, que ha expresado el compromiso público de no suspender actividades. La sección 22 pertenece a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la CNTE, mientras que la 59 es parte de la corriente principal del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE, y se fundó con maestros que se oponían a los constantes paros de la 22.

Un Gobierno débil no ha podido resolver el problema de las faltas constantes de los maestros de la sección 22. Tanto las autoridades de Oaxaca como las federales han alimentado las movilizaciones al pagar los sueldos completos de los maestros, aún cuando no se presenten a trabajar, y darles beneficios adicionales en negociaciones políticas.

Lo que más irrita es que al surgir la sección 59, una agrupación comprometida a no suspender clases, el Gobierno de Oaxaca ha hecho todo lo posible por favorecer a la 22. Ha aceptado, en efecto, que las escuelas públicas de la entidad son “propiedad privada” de la sección 22 y le ha dado a ésta todas las facilidades para “recuperar” aquellas en que siguen dando clases los de la 59.

Algunos padres de familia, cansados de que sus hijos pierdan clases, se han enfrentado a la sección 22. Han logrado así que maestros de la 59 sigan dando clases en 250 escuelas. Pero en represalia el IEEPO retuvo este verano las boletas de los niños y convirtió a éstos en rehenes de la política.

Este lunes 12 de agosto varios grupos de padres realizaron bloqueos en carreteras de Oaxaca para protestar por esta perversa actitud. Si algo han aprendido estos ciudadanos de los maestros de la CNTE es que los bloqueos son la manera eficaz de que la autoridad les haga caso. Y así, efectivamente, ocurrió. Ayer Victoria Cruz Villar, integrante del colegiado de la sección 59, informó a TVbus.tv de San Juan Bautista Tuxtepec que el IEEPO había ya finalmente entregado la documentación.

El IEEPO se ha visto obligado a liberar a los niños rehenes, pero preocupa lo que viene ahora dado que el gobierno de Oaxaca se ha convertido en cómplice de la sección 22. Los esfuerzos por socavar el trabajo educativo de la sección 59 no van a terminar tan fácilmente.

Si bien de momento los maestros de la CNTE tienen programado regresar a clases el 19 de agosto, están ya preparando nuevas movilizaciones en contra de la reforma educativa. Es probable que sólo regresen a clases el lunes para coordinar los próximos paros. Saben que pueden abandonar las aulas cuando quieran porque el gobierno no sólo no dejará de pagarles sus sueldos sino que negociará algún beneficio adicional con sus líderes.

Así son las cosas en Oaxaca. Las autoridades desplazan a los maestros que quieren dar clases y tratan por el contrario de castigar a 35 mil niños por el delito de estudiar. Y lo hacen para quedar bien con un grupo de maestros que tienen las plazas pero no los deseos de enseñar.

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Hartos de gobiernos mediocres que sólo hacen talachas