Región.- De los cinco municipios que conforman el Parque Nacional Pico de Orizaba, La Perla es el más devastado, con más de mil 500 hectáreas de bosque afectadas por la tala clandestina, manifestó el presidente del Consejo Intermunicipal de Ambientalistas (CIMA), Graciano Illescas Téllez.
Hizo notar que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ignora el llamado de ambientalistas para que envíe personal a la zona, registren los daños que hay y tomen cartas en el asunto,
Explicó que en esa área existen entre cinco y seis especies de pinos y siete tipos de coníferas, que por su valor comercial alto y lo que genera de ganancias para los talamontes, cada vez están más en peligro de extinción, al igual que el árbol oyamel negro o de Juárez, del cual ya quedan pocos ejemplares.
“Lo peor que puede hacer una dependencia es desatender la petición de grupos civiles que sí están realmente preocupados y comprometidos con los problemas de la tala, que convirtieron al Parque Nacional en foco rojo en esa materia, en específico La Perla, no es alarmismo o amarillismo, la Profepa realmente se debe involucrar en el problema”, expresó.
Lamentó que a pesar de que el sitio ecoturístico requiere la atención inmediata de las dependencias como: la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y sobre todo la Profepa, ninguna ha hecho lo pertinente para acabar con el delito ambiental de la tala o al menos disminuirlo, ya que por el contrario va en aumento en el área.
“Desde hace ya varios años es por demás sabido que la inversión que hace la Comisión Nacional Forestal (Conafor) para la reforestación y restauración de los suelos más afectados del Parque Nacional, son insuficientes para rescatar las hectáreas devastadas”, aseveró el entrevistado.
Subrayó que ojalá alguien haga algo para evitar más afectaciones.