Por: Verónica Carbajal García / columnista
El periodista es un elemento esencial para la sociedad, porque cuenta la historia de conflicto e inseguridad que ocurre en el País, reconocieron los relatores especiales para la libertad de expresión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, quienes a invitación del Gobierno mexicano, realizaron una visita conjunta oficial que tuvo lugar del 27 de noviembre al 4 de diciembre, con el objetivo de evaluar la libertad de expresión y la seguridad de los periodistas.
Para esto, se reunieron con autoridades, representantes de la sociedad civil, periodistas, y familiares de víctimas, de quienes escucharon testimonios y obtuvieron valiosa información. En el nivel federal, dialogaron con autoridades de organismos como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el mecanismo de Protección a Defensores de DH y Periodistas, con el Ejército, la Marina, con senadores, y con grupos de periodistas y víctimas, entre otros actores.
A nivel estatal con los gobiernos de la Ciudad de México, Guerrero, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz, en este último caso, con la Comisión Estatal de Atención y Protección de Periodistas de Veracruz (CEAPP). Se trató de una agenda totalmente ocupada, en la que dedicaron espacios apenas suficientes para reunirse con 250 periodistas y representantes de la sociedad civil de 21 Entidades, de quienes escucharon historias de violencia en todas sus formas, porque como lo dijera uno de ellos, se vive “la dictadura de la violencia”, “es plata o plomo, listo”, dijo otro.
Tras su visita, dieron a conocer sus observaciones preliminares y en 2018 emitirán un informe final. De esas preliminares retomo algunos datos que ellos emitieron y me parecen interesantes, como el reconocer que México enfrenta una profunda crisis de seguridad que afecta los DH de la gente, y que tiene que ver con la descompostura del Estado de Derecho y la gobernanza en niveles locales a lo largo del País, en donde se ubican principalmente los delitos que todos conocemos, de violencia, principalmente.
Consideran que los periodistas son un elemento esencial de la sociedad para contar la historia de conflicto e inseguridad que ocurre. Y si se daña al periodista, entonces se ataca el derecho del público a saber, lo que es conocido, pero no siempre reconocido, porque además el de la seguridad es siempre un tema difícil de abordar. Pero además reconocen que el Gobierno y los mecanismos de protección no cuentan con recursos suficientes para atender la situación, la crisis.
Por otro lado, observan que en México hay una gran evolución y diversidad de medios, porque “hay un ecosistema de medios evolucionando”, a raíz de los medios digitales, los blogueros, las redes sociales, que juegan un papel fundamental, porque participan del periodismo de investigación, expanden el acceso a la información, y contribuyen a la democracia mexicana. Y un punto importante que dejan en claro es la preocupación por el 2018, pues consideran que las elecciones y la tensión política aumentan la necesidad de seguridad para los periodistas, porque sin el periodismo abierto, enfático, se sufriría una pérdida significativa de información y debate público.
Los relatores dejaron una serie de recomendaciones al Estado y a los mecanismos de protección, a las autoridades en general. Esto es significativo, porque permite saber que hay organismos internacionales preocupados por el periodismo en las localidades de México.
Está claro que la situación no es fácil para muchos, no sólo para los periodistas, sino para la población en general que a diario ve y vive actos de la delincuencia; pero sin duda, el panorama para 2018, en efecto, pinta complicado para los medios de comunicación, porque además de las elecciones en todos los niveles de Gobierno, con sus señalamientos y problemas, México vive una guerra contra la delincuencia y todo tiene que ser contado en los medios.
El periodista es uno de los principales actores, cronista y analista de lo que acontece, es el contador de historias, el relator, y como lo dijo una vez el periodista polaco Ryszard Kapuciski, si de verdad se quiere ofrecer al lector las claves para comprender el mundo, no se puede pasar de puntillas sobre las tragedias que asuelan a la humanidad, no basta con decir qué mala es la guerra, qué terrible es el hambre o qué pena ser pobre.