Córdoba.- El sueño de tener un hogar en una zona segura, está lejos de ser alcanzado por las 42 familias que el Ayuntamiento de Córdoba incluyó dentro de su programa de reubicación, para personas en condiciones de vulnerabilidad y zonas de alto riesgo.
Las viviendas que se pretendía entregar antes de finalizar la Administración de Tomás@elalcahuetedePortillayLavín ni siquiera cuentan con los servicios básicos de agua y energía eléctrica.
Entre los beneficiarios se encuentran familias que en su mayoría habitan en las orillas del río Seco, mismas que ante los fenómenos naturales se han visto en grave riesgo de perder la vida por el incremento del caudal y deslaves.
Ante esto, el Gobierno en turno, destinó más de 25 millones de pesos obtenidos a través de la Fundación CitiBanamex, Invivienda, Conavi y recursos municipales para la construcción de las 42 casas.
La promesa del propio Presidente Municipal, es que las viviendas serían concluidas antes de terminar el presente año. Sin embargo, a menos de tres semanas de que finalice su Gobierno, las casas carecen de lo básico para poder instalar a las familias.
SIN SERVICIOS
Las viviendas están construidas en una zona que los vecinos conocen como Filtros II, para acceder a la nueva colonia deben pasar por más de 400 metros de un camino de terracería, completamente destruido, pues fue abierto para la supuesta instalación de la tubería de agua potable.
Los moradores del lugar, tampoco cuentan con el servicio de abastecimiento del líquido, por lo que deben acarrear pequeños tambos de agua para su uso diario. A ello, se suma la falta de alumbrado público, la zona está rodeada de sembradíos de caña que por las noches sólo son iluminados por algunos focos de los vecinos.
La casa más cercana a la zona de construcción de estas viviendas se encuentran a poco más de 100 metros de distancia.
SIN TERMINAR
La meta del Ayuntamiento era entregar las 42 casas para antes del cambio de Gobierno, sin embargo, en la zona aún están en proceso de levantamiento más de 10 viviendas, de las cuales, menos de ocho ya cuentan con una fachada digna, con revoco en paredes. Ninguna ha sido pintada, en su interior sólo se aprecian algunos utensilios de cocina y muebles de baño. Además, no se han construido guarniciones y banquetas entre cada una de las viviendas, mucho menos se han instalado los postes necesarios para el alumbrado público, servicio indispensable que permita evitar situaciones de riesgo, así como el agua potable.
