Cuando aseguramos que la Procuraduría General de Justicia del Estado de Veracruz debe sufrir una reingeniería total, lo decimos en serio. La dependencia ministerial ha sido la caja chica de funcionarios desleales y los recursos en viáticos, sueldos y hasta designación de elementos no se aplican correctamente. Y esto puede provocar un colapso administrativo en cualquier momento. A su titular, Amadeo Flores Espinoza, le vino grande el puesto, ya que no ha podido controlar a sus subalternos y hoy, la PGJ se ha convertido en una cueva de ladrones.
Le cuento… Vamos a retomar un caso emblemático que ha provocado inconformidad en la Subprocuraduría de la Zona Xalapa. Marco Antonio Lezama Moo es el encargado de esa dependencia investigadora, y es ampliamente conocido por sus declaraciones ingeniosas e irreverentes en las lamentables desapariciones de jóvenes en la zona de Xalapa, al igual que en todo el estado, argumentando a los familiares, que casi todos los desaparecidos “se van con el amante o amiguito”, como salida infantil a los cuestionamientos por la pasividad de las investigaciones para su pronta localización. En esta entrega, hablaremos de los recursos estatales utilizados para beneficio personal del propio Lezama Moo y el de su familia…
Meses atrás, el hijo del Subprocurador de Xalapa, de quien omitimos su nombre, era funcionario municipal en el Ayuntamiento de Córdoba. Su desinterés por asistir a laborar provocó su destitución inmediata y hoy, es propietario de negocios en el rubro de nutrición, para el cual utiliza dos vehículos oficiales, como un Tsuru y una camioneta Ram, para distribuir los alimentos elaborados en casas y negocios en el Puerto de Veracruz. También cuenta con una sucursal en Xalapa y distribuye, por ejemplo, en el exclusivo Fraccionamiento Residencial “Los Lagos”. Y no olvidar que uno de estos automóviles es manejado por un elemento dado de alta por la Procuraduría General con plaza de Secretario del Ministerio Público y es comisionado para “ayudar” al hijo del funcionario ministerial.
Y para poner más tensión al asunto, el subprocurador de la zona Xalapa, Marco Antonio Lezama Moo, cuenta con otros dos hijos radicados en la Ciudad de México. A ellos, su padre les asignó dos elementos ministeriales como choferes. Los comisionados vienen constantemente a Xalapa por vales de gasolina, los cuales son canjeados en una gasolinera ubicada en el crucero de 20 de Noviembre, Ávila Camacho y Avenida Xalapa, de la capital del estado, en donde se canjean los vales por dinero en efectivo y se llenan los tanques para el regreso al DF. Eran 50 mil pesos en vales de combustible que cada mes, la Procuraduría le asignaba a Lezama Moo para distribuirlos, presuntamente a su personal, cosa que nunca pasó, y para su uso “laboral”, cuestión que tampoco se realizó. Hace unas semanas, la cantidad en vales le fue recortada y hoy, sólo le asignan la “raquítica” cantidad de 35 mil pesos. Y todo, para su uso personal y el de su familia.
Lezama Moo cuenta con dos camionetas: una BMW y una Volvo. En ellas, también se les carga con los vales de gasolina referidos y lo más lamentable, que el Subprocurador asigna a elementos comisionados a su cargo para lavar los vehículos de su propiedad, comprar despensa, cargar muebles, lavar cochera y hasta un brincolín en el jardín. Si es necesario cargar gasolina a estos vehículos y no hay vales, los policías ministeriales comisionados ponen de su bolsa para surtir el combustible a las lujosas camionetas.
También denuncian el desvío de recursos en viáticos para los policías comisionados en Veracruz y Ciudad de México, los cuales son absorbidos por la propia Subprocuraduría Zona Xalapa y el encargado de hacer el pago es un contador de nombre Rafael Chontal. Este mismo es quien cambia los vales de gasolina por dinero en conocida gasolinera. Lo peor es que este funcionario estatal llega a laborar con aliento alcohólico y maneja un vehículo oficial a altas horas de la noche, visitando antros y restaurantes.
Y para completar este lamentable caso de desvío de recursos, aseguran de la existencia de una camioneta oficial asignada en uno de los ranchos ubicados en Villahermosa, Tabasco, propiedad de Marco Antonio Lezama Moo y que es utilizada para el campo.
La pregunta obligada: ¿Todo esto lo sabrá el dormido Procurador General de Justicia del Estado, Amadeo Flores Espinoza? ¿Sabrá que su “consentido” Marco Antonio Lezama Moo traiciona su confianza? Esta es una pequeña muestra de cómo funcionarios estatales desvían recursos sin que ninguna autoridad ponga freno a tanta corrupción.