Los Ángeles.- Diana López es hija de padres nicaragüenses pero nacida en Estados Unidos, ella no quiso ser una niña “normal”.
Se resistió a ser la hermanita de tres inquietos atletas, así que en lugar de sentarse a verlos practicar taekwondo, se unió a ellos para, literalmente, darse de patadas y puñetazos. Su mayor recompensa llegó cuando ganó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. La fortaleza de Diana está en su altura, de 5 pies 10 pulgadas, y sus 125 libras de peso. Su gran tamaño y largas piernas las usa para mantener alejadas a sus adversarias más pequeñas y así evitar que ganen puntos.
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