CDMX.- En días fríos, cuando hace más viento la sensación térmica es mucho menor a la temperatura real en el ambiente. Cuando sopla el “Norte”, tenemos que llevar abrigo adicional si vamos de paseo a la costa. Además de las bajas temperaturas, hay otros parámetros meteorológicos que influyen en la “sensación de frío” como viento, radiación y humedad relativa.
El concepto se creó para dar una referencia aproximada de qué tanto afecta el viento a nuestra percepción de la temperatura, que en diversos casos es mucho menor a lo que la columna de mercurio registra. Esta situación se debe a la capacidad de pérdida o ganancia de calor del cuerpo humano.
El cuerpo pierde más calor, mientras tengamos mayor diferencia entre la temperatura de la piel (32ºC) y la del ambiente. Ésta se da en una delgada capa de aire que rodea el cuerpo de unos pocos milímetros, llamada capa límite. El espesor de esta capa varía según la fuerza del viento: cuanto más intensa es la velocidad del viento, menor es su grosor y se incrementa la pérdida de calor.