Orizaba.- Concluye el año litúrgico dedicado al trabajo, la economía y la pobreza, el obispo de la Diócesis, Eduardo Cervantes Merino, presidió la solemne eucaristía en donde realizó un llamado a la población para trabajar a través del Evangelio en la recomposición social. Mencionó que se tiene que romper con el individualismo, y dejar de ver al otro como alguien al que hay que explotar, quitarle sus recursos, al que hay que robar, hacerle trampa; además de acabar con el falso Dios que es el dinero y que “tanto daño nos ha hecho, que abusa del trabajador, que lo hace migrar, buscar caminos fuera de su Patria porque dentro de ella no ha tenido los espacios y las posibilidades para desarrollar sus habilidades”.
Ante ello, indicó que, tras cinco años de trabajar en el Segundo Plan Diocesano de Pastoral, teniendo como prioridades, la fe, familia, el tejido social, educación, cultura, economía y trabajo, indicó que se estarán organizando en la actualización del proyecto, “estamos organizando una nueva etapa para nuestro siguiente plan pastoral diocesano”.Mencionó que estarán en el análisis de la realidad, en la sociedad, la política, económica y de la familia, con el objetivo de “darnos cuenta de los problemas que hay en la sociedad”.