El canciller Serguéi Lavrov aprovechó la visita del secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, para fustigar lo que llamó el síndrome de Washington y reiterar en contra de los rumores que, en su opinión, se difunden desde Estados Unidos, Rusia no tiene ninguna intención de interferir en las elecciones presidenciales del próximo año en México.