Orizaba.- Orizaba y la región no tienen estudios responsables del impacto ambiental en el aire y la contaminación de ríos, derivado de lo que emiten empresas de la zona e incluso la que se genera en los hogares, ni la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales los tiene, indicó el profesor del departamento de Ingeniería Química y jefe de Laboratorio en una universidad de Orizaba, Joaquín Pinto Espinosa.
“Las instituciones que deberían tener este tipo de estudios no cuentan con ellos, se supone que en esta situación entraría Semarnat y dependencias de Gobierno, tal vez la Secretaría de Salud para unificar esfuerzos y buscar cómo reducir los contaminantes, minimizar riesgos y los impactos ambientales a los ecosistemas”, resaltó.
Indicó que hace falta compromiso de las dependencias involucradas, empresas y municipios e incluso ciudadanos, “porque siempre he dicho, leyes tenemos más que suficientes, simplemente no las sabemos aplicar”.
Refirió que el río Blanco es el afluente con mayor contaminación en la región porque convergen muchos ramales, sin embargo, el Totolitos es el de mayor preocupación en Orizaba, debido a que lleva diferentes materiales.
“Es prácticamente como si fuera un drenaje que desemboca al río Blanco, fuente grande de contaminación y mientras no se corrija esa parte, que se encauce o se ponga una planta de tratamiento al igual que se hizo con el río Orizaba, vamos a seguir contaminando”, opinó.
Agregó que la mayoría de los ríos que convergen en el valle, llevan un gran contenido de plásticos y materia orgánica, porque todavía hay comunidades que desechan sus drenajes a los ríos “tal cual”, por lo que es necesaria mayor infraestructura para que esos cuerpos receptores ya no se contaminen, “donde podemos observar que hay todo tipo de materiales, como los inorgánicos, orgánicos y compuestos químicos, como son los jabones, pero que se puede ver la cantidad de espuma que arrastran”.
En cuanto a la contaminación atmosférica, se debe hablar como lo que se le conoce gases criterio y que son producto de las combustiones, tal es el caso de las que generan los automóviles, de gas en el hogar o de los que producen las industrias, “esos gases no generan metano o dióxido de carbono, ese monóxido es dañino para nuestra salud”.
Explicó que debido a la forma del valle y efectos del comportamiento de las corrientes, ocurre algo en la atmósfera, “arrastrando todos los contaminantes que son emitidos por las empresa que se encuentran en el Sur de la ciudad, y esa masa de aire contaminado no puede salir por el aire frío que se forma en la montaña, haciendo una cortina”.
En ocasiones, en las madrugadas o mañanas “sentimos un olor bastante fuerte como si estuviéramos en un establo, probablemente sea un contaminante arrastrado de alguna industria de la región y podría ser la de fermentaciones”.
