Córdoba.- Un catador certificado denunció al Museo del Café ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) por vender productos de baja calidad.
El especialista acusó que el café está rebajado y tiene más de 25 por ciento de inconsistencias, las cuales disminuyen el valor del grano.
Alejandro Muguira, catador certificado, señaló que el precio del producto de especialidad y de autor en el Museo del Café está 10 veces por encima de su valor.
Para llegar a la conclusión anterior, se compraron diversos paquetes de café. Sin embargo, al analizarlos de manera física y sensorial, estos no pasaron los estándares internacionales, de acuerdo con los protocolos SCAA (Specialty Association Coffee of America) y CQI (Coffee Quality Institute).
Dichos estándares toman en cuenta: densidad, tamaño, aspecto, humedad, defectos graves y leves en granos (mordido, inmaduro, brocado, etc.). Aunque existen características más graves, el moho y el fermento son las principales afectaciones que sufren los granos, las cuales disminuyen drásticamente sus propiedades y cualidades naturales.
Por tal situación, se presentó una queja ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), la cual se negó a atender la petición por desconocer el domicilio y la razón social del Museo del Café, siendo el Ayuntamiento quien administra el inmueble, a través de un Patronato Interno, integrado por empledos municipales y caracterizado por la falta de transparencia, sin regulación alguna.
Muguira aseguró que el 25 por ciento del café que se vende dentro del inmueble es de “bajísimo” nivel y se desconoce su procedencia, a pesar de que los administradores señalan que cuentan con la certificación de la Universidad de Chapingo.
Ante la postura de la Profeco, Alejandro Muguira indicó que le solicitará a su abogado que emprenda un proceso legal en contra de quien resulte responsable por la probable manipulación mal intencionada y deliberada del grano, la cual afecta al consumidor y a los productores.
Por su parte, el abogado de Muguira aseveró que se encuentra analizando el tema, ya que existe un problema mayor, pues se supone que la finalidad del Museo del Café era impactar en el desarrollo de las zonas rurales, objetivo que no se está logrando.
Finalmente, comentaron que existen sospechas de que el café de especialidad vendido en el Museo contiene una mezcla de grano robusto y arábigo, situación que confirmaría el fraude cometido por los encargados.
