Región.- Luego de despedir a sus familiares difuntos en sus hogares y retirar las ofrendas, con ramos de flores de cempasúchil en manos, más de 10 mil personas llenaron los tres panteones municipales de Río Blanco, Nogales y Ciudad Mendoza, para visitar las tumbas de sus seres queridos y con ello culminar las festividades de Todos Santos.
Los cementerios que gran parte del año lucen vacíos, cobraron vida en los últimos días por la celebración de Todos Santos, ya que sigue viva la tradición de que las familias completas acudan a limpiar, pintar, poner flores, llevar música, globos y hasta ofrendas en las tumbas de sus fallecidos.
Los colores naranja de la flor de cempasúchil, el morado del moco de pavo y el blanco de la nube y el bombón, relucieron desde la entrada hasta los pasillos y sepulcros del panteón, además de que en algunas tumbas se escucharon melodías de mariachi y música de trío.
Hasta llegada la noche que se cerró la entrada de los panteones, los visitantes desfilaron por los pasillos, cargando sus bultos de flores, cubetas y algunas herramientas para dar mantenimiento a los monumentos en donde descansan los restos de sus familiares, esto aunque unos más optaron por emplear a las personas que cada año ven el 2 de noviembre como una oportunidad de trabajo en sus labores de albañilería y limpieza.
Espectáculo
En el municipio de Río Blanco la visita al panteón municipal destacó porque la academia cultural “Serpiente Dorada” realizó un espectáculo musical y la representación de un altar viviente en el exterior, para el deleite de las personas que acudieron a visitar a sus familiares difuntos y fomentar la preservación de las tradiciones folklóricas nativas de México.
La directora del departamento de Educación del Ayuntamiento, Marilú Moral, manifestó que el objetivo de la actividad recreativa es preservar la identidad cultural y el verdadero sentido de la celebración mexicana que se hace por el Día de Muertos.