Con más de 20 años de experiencia el maestro Mertz es una joya del ballet, pues como educador de la danza y coreógrafo está íntimamente comprometido con la excelencia y elevar el nivel de entrenamiento de sus estudiantes; actualmente se desempeña como director de la Academia Ballet West en Utah, Estados Unidos, la cual es considerada una de las mejores academias de donde se han colocado bailarines en el panorama internacional.
Tras terminar de impartir su clase nos concede unos minutos con ese gran carisma que lo caracteriza y al preguntarle sobre su estadía en nuestra ciudad, nos comenta que este es su primer viaje a México y no pudo ocurrir en mejores fechas ya que nuestra tierra lo ha recibido con ese folclor de las fechas de Día de Muertos en el que ha quedado prendido de nuestras calles, “al llegar he tenido la oportunidad de turistear por el centro histórico donde me he encontrado con un grupo de chicos bailando vestidos con trajes típicos en medio de una festividad llena de vida y de color”.
Destacó el compromiso de los bailarines con su danza y ofrecer un buen número: “México es una completa experiencia, espero que este sea el primer viaje de muchos viajes”, dijo con emoción el director.
Con respecto al Festival Internacional de Danza Córdoba considera grandiosa la sociedad que hizo con el Youth America Grand Prix al atraer importantes academias, “están presentes siete compañías de todos los Estados Unidos y 700 estudiantes en el festival, es realmente increíble, sin duda esto coloca a la ciudad en el mapa, la hace trascendente en el mundo del Ballet. Al ser un invitado especial de este concurso en su octava edición, ha podido observar el trabajo de decenas de niños y jóvenes de todo el País, por lo que era pregunta obligada saber su opinión sobre el talento de nuestros jóvenes y su posicionamiento a nivel mundial: “He quedado impresionado tras descubrir en los bailarines mexicanos un talento natural, lleno de orgullo, gozo y un porte único, he visto como hasta los más pequeños son muy seguros de sí al momento de danzar, una característica que no se encuentra fácilmente”, optimista al hablarnos de sus alumnos mexicanos nos comenta “lo que veo en los muchachos es como muestran orgullo y tienen un porte fantástico con grandes expresiones faciales muy a diferencia de los coreanos por ejemplo”.
En verano la Academia de Ballet West, realizará un taller de entrenamiento muy exclusivo el cual solo tendrá cupo para 40 estudiantes, quienes trabajarán con reconocidos coreógrafos, el maestro Peter, tiene planeado platicar con el director artístico de la compañía para hacer la invitación a algunos bailarines mexicanos que considera tienen mucho talento y futuro.
Sus clases son relajadas y un tanto divertidas, pues piensa que el ballet es muy difícil, así que como maestro debe ser muy entusiasta para lograr inyectar mucha energía y coraje a sus alumnos y así evitar que no se desanimen, de otra manera los alumnos se descorazonarían, “tienes que estar animándolos siempre, quiero darles la idea a los niños que deben tener expectativas más altas, tienes que hacerles creer que es posible ser grande, inspirarlos a hacer cosas más altas”, concluyó.
