Tras aceptar dirigir mi tesis, el Maestro Juan Ramón de Caso me miró entre sorprendido y divertido y me soltó, directo, la pregunta: “¿Tienes pensado, algún día dedicarte a la política?”. “No”, respondí apurado. “De ninguna manera”, reafirmé. Va contra mi naturaleza.
A pesar de que me encanta observarla, y de que en la vida nunca se dice nunca ni siempre, jamás he tenido apegos por una labor que, en definitiva, poco comulga con mis manera de pensar.
“¿Y tienes huevos?”, reviró. “¡Pues claro!”, reaccioné. “Pues es lo que necesitarás para hacer tu tesis sobre este tema”, me dijo. “Si piensas dedicarte a la política, olvídalo. Acabarás con tu carrera. Si no lo planeas y tienes lo que hace falta, adelante. Yo te apoyo. Escríbela”.
Así fue que acabé haciendo mi tesis en la Universidad Iberoamericana sobre la legalización de la droga, hace casi 20 años. Para la época el tema era temerario, a pesar de estudios y análisis serios sobre el asunto. No obstante, para los gobiernos de América era un tabú. Me lo cuestioné e investigué. Al final la escribí y la titulé “El lado obscuro del prohibicionismo”. Los argumentos de entonces siguen vigentes. Las condiciones han cambiado ya.
Aperitivo: la mariguana, el narcotráfico y la toxicomanía.
Recientemente Uruguay aprobó en su Cámara baja no sólo legalizar el consumo de mariguana, sino también su producción, distribución y comercialización.
La iniciativa pasa al Senado, mismo que tiene una mayoría afín a Pepe Mujica, por lo que el camino a la legalización es prácticamente un hecho. Uruguay pasaría a ser el primer país de América en legalizar, a nivel nacional, la completa industria de la mariguana y su consumo.
En Guatemala, el presidente Otto Pérez Molina ha puesto el tema sobre la mesa de manera formal en los organismos hemisféricos. No es el único.
Últimamente varios personajes de peso específico internacional se han manifestado a favor de legalizarla. Por ejemplo, en nuestro continente, voces como la del Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, o el secretario de la OEA, Miguel Insulza. Los ex presidentes mexicanos Ernesto Zedillo y Vicente Fox, o bien, quien fuera mandatario de Brasil, Fernando Henrique Cardoso.
Incluso en la Unión Americana, en los estados de Colorado y Washington, ya se ha legalizado el uso medicinal y recreativo de la polémica planta. Y en otros 19 estados está legalizada con fines medicinales. Es una tendencia. Muy probable, irreversible.
No es de extrañarse. Desde que en 1971 Richard Nixon promovió el prohibicionismo, los resultados brillan… pero por su ausencia. Más de 40 años después, el consumo de drogas ha aumentado, no disminuido. Esto significa que algo no está funcionando. ¿40 años serán suficientes como para concluir que una política ha fracasado?
Distingamos dos aspectos del “problema de las drogas”: la toxicomanía y el narcotráfico. El primero es un asunto sanitario. El segundo es un asunto de justicia penal por tratarse de un comercio ilegal. Esto quiere decir: crimen organizado, armas, pistolas, balas, violencia y dinero a raudales. Por esta razón, el asunto cobra la catadura de seguridad nacional.
Nadie podría pensar que la droga en sí pueda ser algo positivo, salvo que se trate de medicina para resolver enfermedades o patologías. Sin embargo, no es lo mismo abordar un problema sanitario que uno de seguridad.
Los más interesados en mantener la postura prohibicionista son los traficantes de drogas, ya que el meganegocio de utilidades estratosféricas se acabaría.
Piatto forte: México y la Ciudad de México
¿Cómo tiene que reaccionar el gobierno mexicano frente al gobierno de EU y sus iniciativas para combatir el tráfico de mariguana, cuando nuestro país ha perdido una cantidad infame de vidas, mientras en algunos estados de nuestro principal socio… es legal?
¿Qué pasaría entonces si, como pasó en EU, la capital de nuestro país aprobase el uso de la mariguana, mientras a nivel federal continúa prohibida?
Seguramente fortalecería la posición del gobierno de México frente a Washington, que, para empezar, estaríamos en igualdad de circunstancias.
En el DF, ya de por sí no se castiga el consumo personal de mariguana. No obstante, recientemente el propio jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera ha dado el banderazo para abrir un debate necesario y vanguardista. Éste ya se encuentra en la agenda formal de la Asamblea Legislativa.
Si se llegara a aprobar, impactaría de manera irremediable en materia legislativa federal, social y de seguridad. Abriría el debate en todas las entidades federativas.
En el DF, el principal desafío en seguridad es el narcomenudeo, que ya ven la cantidad de conflicto que trae a la ciudad y toda la cadena criminal que arrastra. Y un gran porcentaje de este comercio ilegal es de mariguana. Si ésta se legalizara, la dinámica cambiaría de manera forzosa.
No está claro que acabe con la violencia, y menos con otras sustancias ilegales. Sin embargo, nadie duda que la dinámica de guerra y violencia territorial tendería a bajar.
¿Sería suficiente? ¿Se convertirá el DF en la primera ciudad del país en legalizar el uso de la mariguana? ¿Están dadas las condiciones? ¿Ocurrirá tarde o temprano en el resto del país?
Dolce: el debate está servido
Así como el café. Imperdible droga legal.