Por supuesto que a nadie le gustaría que la generación de nuestros hijos pase a la historia por pacheca. Esa posibilidad sin embargo no me asusta. Y asumo la tarea para que ellos aprendan a hacerse cargo de la resaca del hedonismo.
Lo que me aterra, lo que martilla mi consciencia de ciudadana en falta es que la de nuestros hijos quede como la generación víctima de un Estado que no supo ni pudo parar la violencia derivada del negocio de las drogas.
Porque tratando de “salvar a los jóvenes de las garras del crimen organizado”, el combate al narcotráfico ha convertido a las ciudades en plazas de disputa, lugares invivibles donde se proscribe y censura el derecho a la diversión.
Por eso celebro el avance de un debate obligado: ¿es la regulación del mercado de la mariguana una puerta de salida? Y la respuesta afirmativa de cuatro ex secretarios en los cuatro sexenios anteriores.
Personajes polémicos, son hombres que han hecho escuela: Pedro Aspe, el titular de Hacienda, maestro y referente de los economistas liberales formados en el ITAM; el ex rector Juan Ramón de la Fuente, ex secretario de Salud y uno de los intelectuales de la izquierda políticamente correcta; Jorge Castañeda, el ex canciller con más resonancia en la diplomacia cultural, y Fernando Gómez Mont, el litigante que inventó desde la Segob de Felipe Calderón aquello de “los daños colaterales”.
Sus argumentos financieros, médicos, geopolíticos y legales en contra del modelo prohibicionista elevan el nivel de una discusión que se había pretendido trivializar como mera “ocurrencia” del ex presidente Vicente Fox.
Cierto que sus chascarrillos opacan la sustancia del asunto. Pero no podemos regatearle el mérito de haber colocado el tema de la despenalización en la agenda pública.
Hace dos semanas en el Centro Fox hubo un encuentro de defensores de la regulación del mercado de esta droga. A juzgar por los textos del lúcido analista Leo Zuckermann, el foro aportó testimonios que deben atenderse.
Antes, la duda fue sembrada por Jorge Castañeda y el ex vocero foxista Rubén Aguilar, quienes advirtieron que el camino tomado por el ex presidente Calderón era equívoco.
Esa crítica escala ahora cuando los cuatro ex secretarios, el escritor Héctor Aguilar Camín y María Elena Morera de Causa Ciudadana se manifiestan por emprender en el DF la ruta de la descriminalización del consumo, la venta y la producción de la mota.
Hablan de cambiar la dosis permitida para consumo personal —de cinco a 20 gramos de mariguana— y de seguir los pasos de Estados Unidos, donde 18 estados la permiten para fines médicos; y Washington y Colorado también para propósitos recreativos.
El presidente de la Asamblea Legislativa del DF, el perredistaManuel Granados se ha declarado dispuesto a empujar esa postura vanguardista.
No sería la primera vez que la capital del país abre brecha. Lo hizo con las reformas que dieron paso a la interrupción legal y voluntaria del embarazo. Y con el reconocimiento a las uniones entre personas del mismo sexo.
Pero en la Cámara de Diputados, el perredista Fernando Belaunzarán confía en construir una ley federal. Su optimismo se alimenta de la apertura y el compromiso encontrados, dice, en los presidentes de las comisiones que deberán dictaminar su iniciativa: Isaías Cortés (PAN), de Salud; José Isabel Trejo (PAN), de Hacienda; y Ricardo Pacheco (PRI), de Justicia.
Cuenta el ex dirigente estudiantil que el panista Trejo Reyesle ha manifestado su interés en avanzar en el tema. Y es que la regulación de la mariguana podría significar una recaudación de impuestos que ahora es dinero de la delincuencia.
La propuesta busca otorgar facultades a la Secretaría de Salud para prevenir el consumo; establecer un control para el proceso productivo, de procesamiento, distribución, almacenamiento y venta de los derivados de la cannabis, y dejar en claro que el Ministerio Público no ejercerá acción penal en contra de quienes realicen esas actividades, si están acreditados y cuentan con licencia sanitaria; al tiempo de garantizar castigos en contra de quienes hagan circular esta droga entre menores de edad.
A finales de año se realizará en San Lázaro el foro internacional sobre despenalización, avalado por los jefes de las bancadas: Manlio Fabio Beltrones (PRI), Luis Alberto Villarreal García (PAN) y Silvano Aureoles (PRD).
Sus conclusiones, ese es el acuerdo, serán tomadas en cuenta para el dictamen. Y Belaunzarán cree que llegó la hora de que México se sume a los gobiernos de Colombia, Guatemala y Uruguay, donde se han atrevido a pensar en voz alta en la rectificación de una política antinarco que aterroriza a la población, paralizándola.
Dice Miguel Mancera que no le teme a la despenalización de la mariguana en la Ciudad de México. La tercera parte de la población tampoco.
Pero casi todos nos morimos de pánico cuando recordamos los 12 desaparecidos del bar Heaven y escuchamos las evasivas con las que el jefe capitalino habla del caso.
Es cuando el riesgo de ser unos chilangos levantados nos suaviza la pena de que nos llamen pachecos.