Por: TOMÁS GONZÁLEZ JIMÉNEZ / columnista
Cada uno de los personajes que a través del tiempo han sido seleccionados para desempeñar un cargo de elección popular, se ha llegado a la conclusión que la inmensa mayoría al alcanzarla, desde ese momento ya está pensando en ocupar otro cargo, pues a partir de ese instante no se concentra en el que inicialmente alcanzó, porque sencillamente se dedica a hacer política, pero negativa, y así descuida, si no totalmente, la comisión para la cual fue electo.
Tal es el caso de los Senadores del Estado de Veracruz, Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla, quienes en cinco años, y según análisis en la Cámara Alta del Congreso de la Unión, sólo han presentado, el primero 31 iniciativas, y el segundo 30, con lo que se confirma que han sido los más improductivos en los trabajos legislativos.
Debe decirse que el pueblo mexicano les paga más de ciento cincuenta mil pesos mensuales, más otras prestaciones, para que realicen un verdadero trabajo legislativo, que después de cinco años está claro que no lo han hecho.
Las razones el pueblo veracruzano las sabe, pues a través de ese tiempo se han dedicado a hacer política a la mexicana, a la veracruzana, recorriendo esta Entidad Federativa para darse a conocer, pues sus aspiraciones son de alcanzar la Gubernatura de Veracruz, descuidando el trabajo legislativo.
En ese período de cinco años fue cuando ocurrió la mayor catástrofe política en esta Entidad Federativa, pues fue hundida en todos los aspectos por donde se le quiera ver, y los Senadores sólo hicieron escuetas declaraciones, habiendo podido intervenir de manera contundente para delatar esas irregularidades y haber parado el avance de esa situación, pero tampoco fue así.
En toda esta situación política, seguramente hay una vorágine de irregularidades a nivel federal que se están encubriendo, razón por la que no hicieron absolutamente nada, pues los priistas siempre están pensando en el futuro puesto de elección popular (?)
Esa actitud priista y de otros partidos es lo que ha perjudicado grandemente al País, al Estado de Veracruz, que siempre se viene reflejando en el atraso en que se vive en todos los renglones.
La aspiración de todo ciudadano mexicano es legítima para intervenir en la vida política del País, pero cuando está a la vista, que no es así, es decir, para mejorar la situación de la niñez, de las mujeres, de los hombres de México, entonces ahí está “La Ilógica Lógica de la Política”.
Las cosas deben cambiar, pues ya no es posible que se siga sosteniendo esa situación de ambición del poder por el poder mismo, pocos ricos y una inmensa cantidad de pobres, pero parece que los partidos tradicionales no van a cambiar.
La sociedad mexicana sigue pensando en buscar otros derroteros que la lleven a mejores condiciones de vida, que no sean trabajadores esclavos del dinero, sino también tienen derecho a una vida mejor.
La Gubernatura de Veracruz que se va a definir en julio de 2018, debe quedar en manos no de la ambición, sino del político consciente que las cosas deben cambiar para bien del pueblo.
Los que ya tuvieron su oportunidad, que disfruten del dinero y riquezas que obtuvieron de un trabajo que no hicieron, que dejen al pueblo que verdaderamente elija a su gobernante.