Amatlán.- Un joven activista, miembro del Movimiento de Afectadas y Afectados por las Presas, y en Defensa de los Ríos (MAPDER), fue asesinado la mañana de ayer, a manos de al menos 3 sujetos, que lo maniataron, golpearon con piedras y degollaron en una vereda del cerro “Pozo del Petrolero” o “Cerro de la Cruz”, ubicado a 2 kilómetros de la cabecera municipal, donde acudió a recolectar follaje para adornar una iglesia, y también para preparar la ceremonia del X aniversario del MAPDER. Un menor que iba con la víctima, y que no fue agredido por los homicidas, logró pedir auxilio, y tras una movilización de la Policía Municipal, los responsables fueron capturados, cuando escapaban en un taxi.
La víctima se llamó Noé Salomón Vázquez Ortiz, quien tenía 25 años, era albañil y artesano, vecino de la colonia Potrerillo, de Amatlán, el cual fue identificado por su hermana Flora María Vázquez Ortiuz, de 36 años, quien aseguró que su hermano no tenía problemas.
Los detenidos por este crimen son Jonathan Contreras Jiménez, pintor de 20 años, y con domicilio en la localidad La Joya, cerca de la congregación La Toma; Luis Enrique de la Cruz Martínez, mecánico de 23 años, habitante de la calle Reforma, en la colonia San Francisco; Armando Tlaxcala Hernández, albañil de 24 años, vecino de la avenida Benito Juárez, de Amatlán y el taxista Manuel Ramírez Reyes, de 49 años, quien habita en el centro de Amatlán.
Tras permanecer presos varias horas, los presuntos homicidas fueron trasladados a Córdoba, donde quedaron a disposición de la agencia Cuarta del Ministerio Público, adscrita a la Unidad Integral de Procuración de Justicia.
Informes consultados establecen que alrededor de las 9 de la mañana de ayer, el joven artesano salió hacia el referido cerro, acompañado de un menor de 14 años, el cual siempre lo apoya en sus labores como albañil, ya que pretendían cortar hoja de tepejilote, para adornar la iglesia, con motivo de una celebración de confirmaciones, programada para este día.
Según lo contado por la familia, Noé y el menor también habían ido a ese cerro para revisar unas trampas para animales, que el día anterior habían ido a poner.
Al pasar por una vereda, fueron interceptados presuntamente por los ahora detenidos, quienes sometieron al hombre y le indicaron al menor que se retirara, diciéndole “vete porque nos vamos a echar a este canijo”.
El menor salió corriendo hacia la cabecera municipal de Amatlán para pedir auxilio, avisándole lo sucedido a la madre del joven, Adela Ortiz Rafael, quien de inmediato alertó a su hija Flora María y corrieron a pedir auxilio a la comandancia de Policía Municipal, donde una vez que se tuvo la información necesaria, varios elementos se trasladaron hacia el referido cerro.
Mientras tanto, se infiere que los agresores sometieron al artesano, lo tiraron boca abajo y le ataron las manos hacia la espalda y con otro hilo se las tensaron con sus pies, colocando su cabeza sobre unas piedras, y luego con un cuchillo le cortaron el cuello, permaneciendo ellos en el lugar, hasta que se desangró.
Elementos de la Policía Municipal, al mando del primer comandante Manuel Cortés Cruz, se trasladaron al lugar, encontrando tirado al hombre herido y llamaron a la Cruz Roja, pero cuando los paramédicos arribaron descubrieron que el hombre ya estaba muerto,
Otros policías municipales que resguardaban el pago de “Oportunidades” en el salón social de Amatlán, y notaron sospechosos a 4 sujetos que llegaron a estacionarse frente al salón, a bordo del taxi número 27 de Amatlán, procedieron a revisarlos y hallándoles un arma punzocortante y 2 pistolas, así como una cuerda, por lo que ahí mismo los detuvieron y al descubrirse que eran los mismos que momentos antes habían asesinado al artesano, fueron trasladados a la cárcel preventiva, y posteriormente quedaron a disposición de las autoridades ministeriales de Córdoba.
Momentos después a lugar acudieron elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI), peritos criminalistas de la PGJE y el agente cuarto del Ministerio Público, Manuel Portuguez Díaz, quienes encabezados por el Subprocurador Regional de Justicia, Ricardo Javier Carrillo Almeida, realizaron las inspecciones oculares e interrogatorios a los familiares, pero éstos aseguraron que el joven no tenía problemas con nadie e ignoran los motivos de la agresión.
“Mañana, la iglesia de Amatlán iba a ser sede, porque va a haber confirmaciones y va a venir el obispo, por eso mi hermano vino a buscar hojas de tepejilote para adornar la iglesia, pero él no tenía problemas con nadie, venía con un niño que es el que siempre lo acompaña y es su chalán porque lo ayuda en los trabajos de albañilería”, dijo llorando María Flora Vázquez Ortiz.
Mientras las autoridades tomaban conocimiento del artero crimen, un grupo de ambientalistas se reunían en los bajos del Palacio Municipal, con el fin de manifestarse, en contra del proyecto de la Hidroeléctrica Naranjal, y también por la agresión que sufrió su compañero. Los inconformes, fueron vigilados por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, pero luego se retiraron.
De la redacción
El Buen Tono