ORIZABA.- Frida tiene cuatro años y finalmente sonríe, la malformación congénita de su boquita fue operada por los médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social. Su mamá, Nicolasa vio concretada su ilusión, la falta de recursos económicos truncaba la cirugía.
El efecto congénito ocasionaba que la boca de la pequeña tuviera un tamaño mayor de lo normal, impidiéndole hablar y comer, sin embargo, los efectos colaterales como pérdida de visión y auditiva los tratarán para que viva sin problemas.
Originarias de Loma Bonita, Oaxaca, Frida y Nicolasa llegaron al Hospital IMSS Prospera de Jáltipan con el objetivo de que la niña fuera operada, al valorarla los especialistas de Encuentro Médico Quirúrgico de Cirugías Plásticas la catalogaron candidata.
“Aproveché esta oportunidad para operar a mi niña, ella nació con su labio abierto de lado, esto provocaba que no hablara bien; se le salía la comida o su agüita. La gente siempre me preguntaba el porqué del problema, a mí sólo me provocaba tristeza y coraje”, recuerda su madre.
Ahora al ver a Frida se siente contenta y tranquila al ver la sonrisa de la niña, dijo no tener palabras para agradecer el buen trabajo que el IMSS y sus médicos realizaron, “ojalá y sigan haciendo esto, hay mucha gente que lo necesita, pues no hay forma de pagar esa cirugía”.
En tanto, el jefe de cirugía plástica maxilofacial de la Unidad Médica de Alta Especialidad del Occidente, Humberto Orlando Aguirre Camacho, quien estuvo al frente de la cirugía, explicó que la niña tenía hendiduras faciales, la boca era más amplia hacia el lado derecho y grande equivalente a una y media del tamaño normal. “Este tipo de hendiduras provoca problemas psicológicos, ya que tienden a esconderse para evitar burlas y sean marcados socialmente”.