CDMX.- La gente lincha a los ladrones simplemente porque asume que si los entrega a las autoridades quedarán libres y sin castigo, dice Rodríguez Guillén: “Las ejecuciones y los linchamientos se pueden analizar como expresión de la violencia social localizada. Grupos de colonos organizados ejercen violencia frente a situaciones o condiciones que ponen en riesgo los principios de convivencia pacífica”, escribe en su ensayo Violencia Social, publicado recientemente en la revista El Cotidiano.
Esta acción violenta cuestiona a la autoridad y aunque sea de forma momentánea, intenta restituir esa figura a través de la violencia, porque los límites sociales fueron rotos.
Al linchar a un infractor, de acuerdo con el especialista, la gente lincha de manera simbólica a la autoridad.
El linchamiento es considerado como homicidio doloso (intencional) y si alguien fuera encontrado culpable de cometerlo, podría alcanzar una pena de entre 40 y 50 años de prisión, de acuerdo con Gabriel Regino, exsubsecretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
El asunto es que los linchamientos prácticamente nunca se castigan; es decir, es muy raro que una o varias personas sean procesadas por ese delito.
Las razones
En México más de 90% de los delitos no se castiga, adicionalmente, en los linchamientos se generan complicidades entre ejecutores y autoridades que transforman ese delito en un secreto, agrega Rodríguez Guillén.
René Jiménez Ornelas, académico de la UNAM y miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, coincide: Los linchamientos prácticamente nunca se denuncian: “Las personas involucradas no lo hacen porque tomaron la justicia por su propia mano. Las autoridades, por su parte, prefieren dejarlo así, en secreto, de tal manera que no solamente no se registran los casos, sino que no se denuncian”, dice.
La situación en los estados
Según Guillén, de 1988 a 2016, el número de casos de linchamiento (consumados y en tentativa) en la Ciudad de México fue de 64; Puebla registró 101, y el Estado de México, 191.
Le siguen Morelos y Oaxaca con 39 sucesos cada uno; Chiapas 22; Tabasco, 20; Veracruz con 19 y Guerrero, 16.
Los municipios con mayor índice de linchamientos a nivel nacional, de 2010 a 2016, son: Ecatepec, con 25; Texcoco con 15 y Chalco con 14, pertenecientes todos al Estado de México.