Por: Verónica Carbajal García / columnista
Primera escena. Aparece el fiscal general de Veracruz, Jorge Winckler, (en fotografía subida a su cuenta de Tuiter @AbogadoWinckler) de camisa blanca y mandil, dice: “Algunas cosas las disfruto mucho, una de estas es cocinar #paella”, sonríe (¿de qué?) ampliamente.
Segunda Escena. Comento indignada, desde mi cuenta @VeroCarbajal, en respuesta a esa foto: “¿Para esto le pagamos los veracruzanos? ¡Qué poca! ¡De verdad!”
Tercera Escena.
No puedes seguir a @AbogadoWinckler ni ver los Tuits porque te ha bloqueado.
Así de fácil. El funcionario “público” se deshace de comentarios, y de quienes se atreven a subirlos, en respuesta a lo él trepa a su red social Tuiter, quiérase o no, una de las más socorridas por políticos, funcionarios públicos, periodistas y activistas, para comunicarse.
Algo parecido le pasó a @SolecitodeVer la cuenta desde donde las madres de desaparecidos en Veracruz difunden información, y criticaban la ineficacia del Fiscal Winckler. Pero voy por partes. No escribo aquí las expresiones “inbox” de amigos y conocidos, cuando hice saber en Feisbuk y en Tuiter el bloqueo de que fui objeto, porque algunas son realmente “expresivas” en torno a la persona del Fiscal de Veracruz, yo sólo me quedé en “qué poca” para que cada quién le acomodara lo que mejor considere: qué poca vergüenza, actitud profesional, forma de trabajar, qué poca…
No me quitó el sueño ser bloqueada por un funcionario desdeñado, deses-timado, despreciado por muchos veracruzanos, que parece vivir y respirar banalidad (y la refleja en su cuenta) cuando el Estado vive caótica inseguridad, ese día, de hecho, organizaciones sociales protestaron por el asesinato de Mara Fernanda Castilla, y por tantas desapariciones y asesinatos diarios. Él hacía paella.
La pregunta que sí me quitó minutos de sueño fue tratar de responder: ¿Hasta dónde, un funcionario o político, puede en México o en Veracruz, bloquear (en Tuiter o Feisbuk) a quien le detracta, a quien le hace comentarios que le parecen incómodos, molestos o desagradables? Dos casos en Estados Unidos: El presidente Donad Trump demandado a través del Knight First Amendment Institute, de la Universidad de Columbia, para la defensa de la libertad de expresión y de prensa, por ciudadanos que fueron bloqueados en la cuenta personal del mandatario en Tuiter @realDonaldTrump
Y la sentencia este año por un tribunal federal en Virginia que dictaminó que Phyllis Randall, presidente de la Junta de Supervisores del Condado de Loudoun violó el derecho a la libertad de expresión de un usuario de la red social Feisbuk al bloquearlo, pues el político actúa como un funcionario público en su perfil de Feisbuk, por lo que bloquear a otros usuarios supone una violación de la Primera Enmienda, es un acto discriminatorio e inconstitucional. En España, existe incluso una lista de políticos que han bloqueado a ciudadanos por lo que consideran insultos o comentarios interpretados como críticos o molestos.
En México, este mes de septiembre se sentó precedente de lo que sería el primer juicio de amparo y fallo, en un caso así, cuando el Juez quinto de distrito de Nogales, Sonora, ordenó al presidente municipal Cuauhtémoc Galindo (con cuenta@TemoGalindo) desbloquear al usuario de Tuiter @RACZOBLUE del abogado Luis Oscar Ruiz, ya que vulneraba su derecho al acceso de información pública.
Éste último tramitó un amparo en agosto cuando el funcionario municipal lo bloqueó en Tuiter, impidiéndole ver sus publicaciones y comentarios. El Juez consideró que el Alcalde de Nogales vulneraba el derecho de acceso a la información de interés público que documenta en su red social, con las publicaciones que reflejan actividades llevadas a cabo en ejercicio del puesto público desempeñado.
En Veracruz, más de un político o funcionario de menor o mayor rango del Gobierno estatal, ha bloqueado a quien le critica o manifiesta desacuerdo. Para muestra basta un Winckler.
El caso mío tiene varios días. Y no es el único, son varias las cuentas bloqueadas por @AbogadoWinckler Caso más reciente el de @SolecitodeVer del colectivo de madres que buscan familiares desaparecidos. La mamá de Luis Guillermo Lagunes Díaz, a quien busca desde 2013, explicó que el viernes 29 de septiembre desde esa cuenta retuitearon la nota “Winckler, el Fiscal procura injusticia”, y añadieron: “Queríamos un cambio, ¡vaya fiasco!” Fue suficiente para que les bloqueara.
El mundo vive una acelerada interacción política a través de YouTube, Feisbuk y Tuiter. Las cuentas permiten comunicar actividades relacionadas con la gestión “pública”.
Se vale entonces bloquear a un “troll”. Es válido un ciudadano común bloqueando a otro ciudadano común. Pero un funcionario público bloqueando a ciudadanos porque hacen uso de su derecho a la libertad de expresión, tutelada en la Constitución de nuestro País, eso es otra historia y amerita análisis.
Es un hecho que aún las “cuentas personales” de “burócratas con rango” son todo menos personales, y marcan la agenda política.
Entonces, ¿cómo se llamó la obra? A golpe de bloqueo.
verocarbajalgarcia@gmail.com
Tuiter: @VeroCarbajal
