Las dirigencias de los partidos políticos nacionales del PAN y PRD, así como sus representaciones en las cámaras de los diputados y de los senadores, determinaron que antes de discutir cualquier iniciativa de reformas, se debe lograr la reforma Político-Electoral, sobre todo después de observar lo que sucedió el pasado 07 de julio en las 14 entidades del país donde se llevaron a cabo elecciones.
Esta medida adoptada por dos de los partidos de oposición con mayor presencia en el Congreso, condicionan al Presidente de la República y al propio PRI para que se sumen los priistas en el Congreso a que antes de analizar a las reformas económicas y energéticas, proponen realizar reformas constitucionales, que ellos llaman de gran calado, a la reforma político-electoral.
En esta iniciativa destacan la posible creación de un Instituto Nacional Electoral, Instituto que tome el lugar del IFE y administre, organice y fiscalice las elecciones tanto locales como federales en todo el país. En principio, resulta difícil pensar que concentrar la organización de todas las elecciones, en un sólo organismo producirá los efectos deseados, sea cual fuere la eficacia del IFE al organizar elecciones federales, hoy en día, es difícil suponer que un Instituto Nacional podrá organizar casi cuatro mil elecciones sin mermar su eficacia y credibilidad. Sumado a lo anterior, dónde quedaría el pacto federal. Será importante conocer a fondo la iniciativa y sobre todo su reglamentación. Ya que tampoco es claro que un organismo nacional será el remedio idóneo para contrarrestar el intervencionismo o la influencia de los gobernadores en los procesos electorales locales, ya que una reforma de este tipo va más allá de si intervienen o no en los institutos locales.
Otros temas sugeridos tienen que ver con la organización de las elecciones federales. Destacan el mejorar la fiscalización de los gastos de campaña, imponiendo mayores sanciones en la compra y coacción del voto. También refieren el controlar los gastos excesivos de campaña bajo el argumento de anular una elección.
Otra vertiente en la iniciativa presentada, busca recuperar la agenda pendiente en cuanto a reforma política ya debatidas como la reelección legislativa y de alcaldes, la segunda vuelta en elecciones presidenciales y de gobernadores, así como los llamados gobiernos de coalición.
De todos los temas anteriores, antes de pensar en una reforma electoral más o en introducir elementos de parlamentarismo en el gobierno, hay que recuperar un elemento esencial que se debe dar en todas las democracias; la transparencia y rendición de cuentas de los representantes partidistas, funcionarios públicos de todos los niveles frente al electorado que los llevó al poder.
Creo ciegamente que sin transparencia y rendición de cuentas, será difícil pensar que nuevas leyes o más sanciones impondrán un control adecuado a los malos gobernantes. El primer sancionador debe ser el ciudadano como votante, pero cuando sólo participan en las urnas, un porcentaje menor a las mayorías de que se está hablando, no basta con sancionar, regular o satanizar a los partidos políticos, sus actores y gobernantes, también deben existir reglas para los electores, de esa manera con una ciudadanía responsable y funcionarios honestos, se tendrá una democracia a la que aspiramos.
Dice un dicho popular: “tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”, han pasado demasiadas elecciones y los ciudadanos libres no les interesa acudir a ejercer su derecho de votar, también se debe comprender que este derecho constitucional también es una obligación, la Constitución no obliga a ejercer el derecho de votar y ser votado por alguien en particular; sin embargo, tampoco señala ninguna sanción a quien no ejerza esta obligación; no obstante, la ciudadanía exige que los partidos políticos y sus actores sean honestos, estoy de acuerdo, eso debe existir, pero alguien me dijo, que para que exista un ladrón o extorsionador, debe haber a quién se le robe o a quién se le extorsione. Dicho de otra manera, para coaccionar el voto o comprar voluntades, se requiere de dos, por un lado el que compra y segundo el que se deja comprar.
Ciertamente se debe elaborar una reforma político-electoral de gran calado, pero que incluya a todos: partidos políticos, actores políticos, gobernantes y ciudadanos, de esa manera se tendrá un verdadero avance democrático en nuestro país, llegarán gobernantes honestos al existir ciudadanos honestos. ¿Usted qué opina?
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