por: Elsbeth Lenz / columnista
Ayer fue el cumpleaños de Javier Duarte de Ochoa, exgobernador veracruzano y uno de los grandes villanos de nuestro México contemporáneo, en la misma fecha, pero hace 32 años en el otro sismo en 1985, falleció en el hotel Regis de la Ciudad de México, el padre de Javier Duarte de Ochoa, y justo ayer Javier Duarte de Ochoa, debe haberlo pasado encerrado en una celda; ignoro cómo serán los protocolos de Protección Civil en los penales, pero seguro no fue el primero en salir.
Duarte de Ochoa nunca hizo grandes celebraciones por su cumpleaños, ya que en esa misma fecha murió su padre, sin embargo, felicitaciones, regalos y por supuesto, la compañía familiar, seguro que la tenía; de eso nada queda, de aquel voluminoso sujeto de sonrisa burlona y mirada soberbia nada queda, aunque digan que está como rey en chirona, que lo tienen con las más finas viandas y los mejores vinos, el encierro a cualquiera quiebra.
Arturo Bermúdez también la padeció ayer, y es que el famosísimo Capitán Tormenta antaño tan todo power, tan dueño de la situación, ayer tuvo audiencia en la Sala 4 de Juicios Orales y la juez de Control Verónica Portilla al sentir el sismo dictó receso, todos salieron disparados y dejaron solo y desamparado a Bermúdez Zurita, quien al parecer borró la eterna sonrisa de dientes chuecos y amarillos de su rostro.
La sacudida estuvo ruda y justo cuando la defensa argumentaba lo referente al enriquecimiento ilícito de la señora Sofía Lizbeth Mendoza Hernández, esposa del imputado, todos salieron disparados, primero los reporteros, luego los fratelos de Bermúdez Zurita y al final el personal de la Sala de Juicios Orales, una vez en el punto de reunión de la planta baja, todos empezaron a preguntarse por el Capitán Tormenta, y cual fue su sorpresa que justo lo habían olvidado arrumbado y esposado en la Sala de Juicios Orales, los custodios tuvieron que volver para sacarlo del edificio.
Una vez terminado el temblor se reanudó la audiencia, a Bermúdez Zurita se dice, ni un bolillo para el susto le dieron.
Cosas de la vida
y menudencias
Dos huracanes, “Franklin” y “Katia”, dos terremotos el 7 y el 19 de septiembre como en años no se veían, la increíble pérdida de vidas humanas que a diario nos deja a todos con el corazón destrozado, la crisis de ética y valores que padece nuestra sociedad y eso que aún no llega el 2018.
Son días de profundo dolor y duelo para nuestro País, esperemos ningún tontejo político tenga la mala entraña de sacar raja de la situación, por hoy es todo, queridos míos, deseando estén todos ustedes con bien y la esperanza de un mejor mañana.
Nos leemos…
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