Córdoba.- En medio de corridos, porras y honores, fue despedido el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República Mexicana (STIASRM), Adrián Jesús Sánchez Vargas, quien fue cargado y llevado en brazos a su sepultura, en esta su tierra natal, luego de recorrer su casa y la oficina de la Sección 26 del Central San Miguelito, donde también fue secretario.
Luego de haber sido velado su cuerpo en la casa de sus padres, fue trasladado a la de junto, donde había vivido con su esposa Rita y sus hijos: Adrián, José Abundio, Enrique y Eder Luis, lugar donde las guardias continuaron organizadas por Alejo Maza Tronco, a fin de que todos aquellos que quisieran despedirse del “General” lo hicieran.
Debido a que a él le gustaba la música, le pusieron sus últimas melodías y un corrido realizado por sus amigos; poco a poco la familia se despidió de él, su padre Abundio Sánchez Esquivel expresó: “No vengo a despedirte, porque tú no has muerto, sigues vivo y lo estarás siempre por el gran amor que me diste y con el amor que tus amigos te despiden ahora”.
A LA IGLESIA
Así también hicieron lo propio sus hijos, esposa, hermanas, entre otros. Cerca de las 12:00 horas iniciaron los preparativos para trasladarse a la iglesia de San Miguel Arcángel, lanzando cohetes, como es costumbre y así anunciar la partida de Adrián, pese a que la carroza fúnebre pretendía trasladar el cuerpo, los obreros de los diversos ingenios no lo permitieron y en brazos lo llevaron al templo de su colonia, donde vivía, a pesar de ser el “General Nacional”.
En este trayecto lanzaron porras y varios reconocieron su humildad, pues a diferencia de otros no tenía escolta, lo veían caminando en las calles de su ciudad los fines de semana.
La iglesia no dio oportunidad a que todos ingresaran a la Eucaristía, pues es pequeña, pero con la bendición del sacerdote y unas palabras de aliento a la familia recordó a Adrián. “Debemos ver el lado humano, los mexicanos vemos la muerte con un sentido positivo, pues hasta de ésta hacemos un chascarrillo y así hay que tomar lo positivo, que él compartió con todos, una enseñanza nos deja la partida de un ser querido, un conocido y si llama nuestra atención vamos aprendiendo algo y confiar en la misericordia de Dios”, expresó.
Muchos políticos habían solicitado el apoyo de STIASRM para llegar al poder, pues el voto de los obreros lo consideran fuerte y muy pocos acudieron a despedirlo, pues sólo se observó al gerente de Azucarera San José de Abajo, Rodolfo Perdomo y Sergio de la Llave; su familia señaló que fueron algunos, pero en su tierra esperaron se alineara como otras tantas veces cuando tenía pretensiones de ser Diputado.
PASE DE LISTA
Al salir de la Eucaristía salió en brazos de los obreros que, por turnos, cargaron el ataúd y caminando todos lo llevaron a las oficinas de la Sección 26 del STIASRM en el ingenio Central San Miguelito, donde le dieron el pase de lista al expresar: “Categoría de zafra, segundo jefe eléctrico, categoría de reparación eléctrico de primera, con clasificación de 1973, Adrián Sánchez Vargas”, todos respondieron “presente, presente, presente”.
Encabezados siempre por la banda de guerra de la sección, emprendieron su caminata al camposanto; el calor, cansancio y sed no impidió que desistieran y todos caminaron a ritmo lento, cargando al “General”; sus familiares repartieron agua en el camino para evitar la deshidratación.
EN EL FUNERAL
Al llegar al panteón dos grupos de mariachi esperaron el cuerpo y entonaron melodías del gusto de Adrián Jesús Sánchez Vargas, algunas personas caminaron para quedar en buen lugar en la carpa aledaña donde se llevaría su sepultura, incluso arribaron antes que los familiares.
Su amigo y también secretario del Comité Nacional, José Luis Maldonado, le cantó el corrido en el que reconoció: “Cuando se enfrenta a la empresa lo hace sin titubear… para defender a su gente le hace con estilo, el que le sigue sus pasos es el hermano Camilo”. El Secretario suplente del STIASRM, Francisco Javier Rayas Rodríguez, le dedicó unas palabras, también su hijo Adrián, quien expresó que su padre fue un ejemplo y que la familia seguiría unida, así otros tomaron la palabra para decirle adiós.
Lo descendieron a su última morada con música de mariachi y fueron depositados cientos de flores.
RECUERDOS
En 1975, Adrián participó en el equipo de fútbol de San Miguelito y recuerdan que en esos años el equipo llegó a ser campeón al ganar la final de los Barrios contra Fortín.
Los amigos de toda la vida, que como ayer acudieron a despedir a quien partió al lado de Dios, fueron: Antonio Espíndola, Cristóbal Espíndola, Mario Falcón, Lalo Hernández y Luis Hernández, quienes recordaron que hace unos días, cuando enterraron a un amigo, se preguntaron quién sería el siguiente, bromeando que los que se iban eran de una lista, la de jugadores, pues la amistad la mantenían intacta pese al paso de los años, pero no pensaron que fuera a ser Adrián.
Su hermana Marisol, recordó: “Él empezó a beber alcohol muy joven, pero hace más de 16 años decidió dejar de beber por su voluntad, pues tenía un compromiso con los amigos, compañeros y todos los obreros. Una vez lo llamaron a una plática a AA y al contar su historia, lo regañaron, porque según ellos no eran así las cosas, pero él expresaba que hay que tener voluntad”.
Otra historia que compartieron sus amigos fue que los primeros juegos azucareros fueron en Guadalajara y ahí le auguraron que sería Secretario General de la Sección 26 y del Nacional.
Conservan sus recuerdos y los comparten, permaneciendo así todos los miembros del equipo de 1975 en los corazones y voces de quienes expresan las anécdotas.