Estados Unidos.- Uno de los matices más comentados del futbol es que, si bien no se puede estar en la cima eternamente, ofrece siempre la oportunidad de tomar revancha por las heridas sufridas.
En esta ocasión, a la Selección Mexicana le llegó muy pronto la ocasión de poder hacerle pagar al último verdugo que le propinó una derrota.
La siguiente parada en la Copa Oro es ante Panamá; la instancia, las semifinales. Un escenario que potencializará al máximo el dolor para el equipo que resulte vencido. Así, ambos conjuntos tendrán de arranque el gran incentivo de luchar por mantener vivo su anhelo de ser campeón de este torneo.
La historia reciente entre mexicanos y panameños dota a este duelo de un valor agregado: en el debut de ambos en esta competencia, los canaleros se impusieron con marcador de dos goles a uno, en lo que representó el primer triunfo de su historia ante los verdes.
Por el gris desempeño del Tri en lo que iba del 2013 hasta ese momento, esa caída fue dolorosa y propició un ambiente tenso para jugadores, cuerpo técnico y afición. Entonces, el objetivo de ganar la Copa Oro se revistió aún más con la etiqueta de necesario para amenizar este pasaje, el más complicado, en la era de José Manuel de la Torre como técnico nacional.
El “Chepo” debe buscar mejor funcionamiento y contagiarse de elementos que han mostrado empuje como el caso de Miguel Layún y Jonathan Orozco, entre otros.
Así que México deberá ganar esta noche y sobre todo convencer que debe mostrarse como uno de los más fuertes de CONCACAF.
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