Una mancha solar activa ha expulsado una potente eyección de masa coronal (CME por sus siglas en inglés) con dirección a la Tierra el pasado 4 de septiembre, a las 20.30 horas GMT.
La eyección se produjo tras una crecimiento vertiginoso de la mancha A32673, de diez veces su tamaño inicial, durante las 24 horas previas, y que fue detectada por el Solar Dynamic Observatory (SDO) de la NASA.
Los analistas de la NOAA, la agencia meteorológica de EEUU, siguen modelando la trayectoria de la eyección solar. A primera vista, es probable que el CME llegue a nuestro planeta el 6 de septiembre con la posibilidad de tormentas geomagnéticas moderadamente fuertes (clase G2) cuando llegue, informa SpaceWeather.com.
Esta clase de tormentas pueden producir alarmas de voltaje en sistemas de distribución eléctrica en altas latitudes, así como alteraciones en la órbita de satélites, y desvanecimiento de señales radioeléctricas en altas latitudes.