En la región sur del estado, las autoridades alistaron órdenes de evacuación y la gente se volcó a los supermercados para comprar aguar y otras provisiones por el huracán. En las gasolineras había largas filas y la gente sacó tablas para proteger sus casas y negocios.
El tamaño y la fuerza del huracán Irma puso el martes a todo Florida sobre aviso, y los residentes y turistas se preparaban para evacuar dada la posibilidad de vientos y lluvias catastróficas que podrían llegar al estado este fin de semana.