Orizaba.- Sacerdotes y feligreses se suman al dolor de las familias que han sufrido o padecen la pérdida de un ser querido de manera involuntaria, “la comunidad católica ofrece el consuelo y la paz de Cristo, la oración para que los fortalezca”, indicó el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, en el Día Internacional de las Desapariciones Forzadas.
En el marco de su visita pastoral a la parroquia de San Juan Bautista, en donde fue recibido con entusiasmo, Monseñor resaltó: “En la Iglesia Católica no hacemos mucho alarde ni nos gusta hacer publicidad de esto, como un grupo religioso serio, primero porque es un dolor muy personal que lastima y no podemos hacer exhibición del dolor de los hermanos”.
Dijo que en la comunidad católica, al igual que otros grupos religiosos, “hacemos nuestra oración y todo el apoyo, ofrecemos el consuelo y la paz que es de Cristo. La oración, la fortaleza y la gracia de Dios que pedimos fortalezca a quienes han experimentado ese profundo dolor”.
El líder espiritual resaltó que son muchos los hermanos católicos, incluidos sacerdotes, “que escuchamos el dolor de los hermanos y de cómo viven esta experiencia, llegan a las oficinas, al confesionario, en muchos otros espacios para plantearnos su dolor y es algo muy difícil”.
Con ello, lamentó que únicamente puedan escucharlos, “debido a que no tenemos la solución a una cosa tan complicada, pero sí tenemos algo que está por encima, el consuelo y el bálsamo de la gracia de Dios, que nos ayuda a consolar y a animar a esas familias, sobre todo para que no pierdan la fe ni la esperanza”.