Región.- En cinco municipios de la región, la Jurisdicción Sanitaria Número 7 supervisa mil 500 establecimientos fijos, semifijos y ambulantes de venta de comida, porque los alimentos contaminados por bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas nocivas, causan más de 200 enfermedades que van desde diarreas hasta cáncer, según la alerta de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El área de Prevención contra Riesgos Sanitarios aseguró que hasta el momento más del 90 por ciento del muestreo de alimentos que se venden en la zona, y que se han enviado al laboratorio de productos crudos y cocidos, han salido dentro
de la norma.
No obstante, la fuente advirtió que la Norma Oficial Sanitaria establece multas y sanciones, que incluyen la clausura de los comercios, en el caso de que no cumplan las medidas sanitarias.
Detallaron que, con la regulación de los comercios de alimentos, se busca evitar la salmonelosis, enfermedades gastrointestinales y la infección por Escherichia coli, mejor conocida como E. coli y otras que se originan por el consumo de alimentos insalubres como: carne animal mal cocinada, frutas y hortalizas contaminadas con heces o pesticidas, y mariscos crudos que contienen biotoxinas marinas.
“Con estas acciones se busca reducir el brote de alguna enfermedad por el estado y la forma de preparar los alimentos que venden en fondas, centros comerciales y restaurantes, además de vigilar que los encargados cumplan las normas sanitarias como usar mandil, cubrebocas y cubrepelo”, explicó.
El personal de la Jurisdicción añadió que además de realizar inspecciones sorpresivas y periódicas a los comercios de alimentos, a los propietarios de los mil 500 negocios censados en la Jurisdicción se les imparten pláticas y talleres sobre el manejo sanitario de alimentos, a fin de evitar daños a la salud de cientos de consumidores.
Añadieron que toda acción de prevención que emprenden la hacen en coordinación con los centros de Salud de Ciudad Mendoza, Acult-zingo, Maltrata, Nogales y Río Blanco, al igual que con los departamentos de Comercio de cada Ayuntamiento, ya que a través de ellos se conoce el padrón de vendedores de alimentos que se instalan en la vía pública y que podrían ser un riesgo para la salud de la población si no acatan las normas sanitarias.