Córdoba.- Ante el segundo robo del año que registra la Diócesis de Córdoba, donde en el caso más reciente fue sustraído un copón para consagrar vino y hostias en la iglesia de San Rafael Guízar y Valencia, feligreses deben acercarse a sus parroquias para prevenir que la delincuencia siga dañando la Casa de Dios.
Aunque actualmente las parroquias de San Nicolás de Bari, San José, Catedral de La Inmaculada y algunas otras de la periferia cuentan con circuitos cerrados de vigilancia, no todas tienen recursos para solventar el servicio de seguridad.
Al respecto, el Obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, explicó que aunque también fueron abiertas las alcancías con la intención de robar las ofrendas, lo que más les preocupa es la sustracción de las hostias por tratarse de un acto de sacrilegio.
Sostuvo que aunque existe la creencia que los artículos religiosos tienen gran valor, “no todo lo que brilla es oro”, pues en el caso del copón es un latón al cual se le da brillo a fin de darle dignidad al vaso sagrado.
El hecho ya fue notificado ante la Fiscalía Regional de Justicia para que sean las autoridades quienes sigan las investigaciones correspondientes.