El vocero presidencial, Eduardo Sánchez, consideró que son absurdos, falsos y sustentados solamente en la mala fe los señalamientos respecto a que supuestos sobornos entregados a Emilio Lozoya, por parte de la empresa Odebrecht, hubiesen llegado a la campaña del entonces candidato a la Presidencia, Enrique Peña Nieto.