CDMX.- Peritos independientes en materia de ingeniería civil determinaron que el socavón que se produjo en la autopista México-Acapulco, el pasado 12 de julio, fue producto de una alcantarilla dañada que tuvo que ser cambiada por la empresa coordinadora del proyecto, Sistemas Avanzados en Computación de México (SAC SA de CV), además de la falta de supervisión por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en la obra.
En conferencia de prensa, Mario Rodríguez Rodríguez, Héctor Manuel Landeros y Huberto Francisco Marengo, los tres ingenieros expertos que elaboraron el peritaje independiente, señalaron la existencia de fallas en la supervisión, diseño y verificación de este tramo del Paso Exprés en Morelos, en todas sus etapas.
Esto porque derivado de sus análisis y revisión fílmica encontraron que la alcantarilla de 63 m de longitud de donde se filtró el agua que reblandeció el material del Terraplén presentaba “serios y evidentes” daños, razones por las que la empresa SAC SA de CV tendría que haber decretado su análisis y cambio total. Sin embargo, la empresa chihuahuense determinó que estaba bien y decidió continuar con la obra, señaló.
“Si esta alcantarilla hubiera cambiado a un mayor tamaño y a un buen estado, no se hubiese presentado el problema del socavón”, dijo.