Moscú- Edward Snowden mostró el rostro ayer, después de semanas oculto en un aeropuerto de Moscú, y se vio desafiante pero dispuesto a no filtrar más secretos sobre los programas de vigilancia electrónica de Estados Unidos, si Rusia le concede asilo hasta que pueda trasladarse a América Latina.
La reunión de Snowden con funcionarios y activistas de derechos humanos rusos aclaró la incertidumbre sobre dónde estaba el ex analista de sistemas de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), pero dejó sin respuesta la mayor interrogante: ¿Y ahora qué sigue?
Snowden dijo que está listo para cumplir la condición del presidente Vladimir Putin de que tiene que dejar de filtrar secretos para que Rusia le otorgue asilo, y así poder viajar a Latinoamérica en el futuro. No hubo una respuesta inmediata del despacho de Putin, pero los presidentes de ambas cámaras del Parlamento, controlado por el Kremlin, se pronunciaron en apoyo a la solicitud de Snowden
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