Cuichapa.- La primera etapa de reajuste de personal en el ingenio Central La Providencia aún no puede concluir, debido a que se encuentran cinco casos pendientes.
Esto se debe a que las personas que ocupan dichas plazas han emigrado y al menos uno se encuentra de “huida”, luego de haber cometido un asesinato.
El ingenio luego de haber acordado y convenido con el Sindicato Independiente del Ingenio La Providencia la liquidación de 40 plazas del ciclo de zafra, no ha podido concluir el proceso de la primera etapa de supresión, pues tiene pendientes.
Algunos obreros dijeron que “este movimiento lo hicieron para deshacerse de obreros ‘grillos’ y beneficiar a uno que otro ausente y hasta un homicida, como es el caso del extrabajador Venancio González Contreras, quien privara de la vida a otro compañero de nombre Rolando V. Silva Moran”.
Sin embargo, también se violan los estatutos porque estos marcan que “quienes atenten contra otro compañero o tengan faltas de carácter judicial, serán dados de baja de nuestro sindicato y aún se encuentra adherido y están a la espera de su presencia para el cobro del recurso”.
Los obreros recordaron que el asesinato se llevó a cabo hace tres años aproximadamente, situación por la que uno de sus compañeros se fugó; dinero que podrían depositarle en la Junta de Conciliación y Arbitraje, pues no puede quedarse sin liquidar al trabajador.
Por ello, son cinco los casos pendientes cuyos trámites se encuentran a medias, ya que no les pueden notificar su “baja” debido a que unos están “en el Norte” y uno es prófugo de la justicia, ya que tiene cuentas pendientes con el Ministerio Público de la ciudad de Córdoba, en donde la familia del finado llevó a cabo la denuncia penal en su contra.
Los obreros se inconformaron, pues dicen que así no pueden acceder de manera oficial a los puestos que quedan vacantes, pese a que consideran que los faltistas y el homicida ya perdieron el derecho al trabajo. Además de que el reajuste “es una oportunidad para la empresa y el Sindicato de deshacerse de los luchadores sociales, quienes son considerados ‘grilleros’, por no permitir que les violen sus derechos laborales”, finalizaron.
