Estados Unidos.- Confinado al sótano de una prisión secreta de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Rumanía hace unos 10 años, Jalid Sheij Mohamed, el autor intelectual confeso de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 e ingeniero mecánico, preguntó a sus carceleros si le permitirían embarcarse en un proyecto inusual: diseñar una aspiradora.
El funcionario de la agencia a cargo de la prisión llamó a la sede de la CIA, y un director aprobó la solicitud, dijo un ex directivo de la agencia.
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