Por: catón / columnista
“Encontré una película porno en el cuarto de mi hijo”. Eso le dijo don Chinguetas a su socio y amigo don Algón. Éste lo tranquilizó: “No le des importancia. Es normal que un adolescente quiera ver películas de sexo”. Completó don Chinguetas, sombrío: “Es que en esa película salimos mi mujer y yo”… La señorita Peripalda, catequista, acudió a la consulta del doctor Duerf, psiquiatra, y le contó un sueño que se le presentaba cada noche. En él se le aparecía un individuo que la hacía objeto de lúbicas caricias y luego la poseía en forma apasionada. Dicho sueño azaraba considerablemente a la piadosa mujer. El reputado analista la sometió a un tratamiento hipnótico que la libró de aquellos sueños de libídine. Semanas después le preguntó: “¿Ya no tiene usted aquellos sueños que la atormentaban?”. “No –respondió la señorita Peripalda-. Pero la verdad, doctor, extraño mucho al individuo”… A estas alturas nadie en Coahuila duda que la elección de Gobernador será anulada. Aún los que todavía detentan el poder y se empeñan -a la desesperada ya- en defender el triunfo de su candidato, dan indicios de prepararse para esa eventual anulación y buscan un nuevo abanderado en la persona de alguien al que antes postergaron en la misma forma grosera y prepotente en que aplastaron las aspiraciones de quienes no eran su elegido. La mayoría de los coahuilenses piensa –lo mostró ayer la encuesta del Grupo Reforma- que esa elección debe anularse, no sólo por las múltiples irregularidades de todo orden y desorden que en el proceso y la jornada electorales hubo, sino sobre todo porque la confirmación de sus resultados equivaldría a la continuación del moreirato, oscura página en la historia de Coahuila que los coahuilenses quieren cerrar ya. Incluso muchos priistas convencidos creen que por el bien del Estado y del País la elección del 4 de junio debe dejarse sin efecto y convocarse a otra con diferentes candidatos. Tal es el estado de ánimo que priva en mi natal Estado. Tanto el régimen de Enrique Peña Nieto como el PRI nacional deben tomar en cuenta eso de cara a la elección presidencial del próximo año. Pretender quedarse con todo el pastel en el 2017 será poner en mayor riesgo aún lo de 2018. La defensa a ultranza del supuesto triunfo priista en Coahuila sería un grave error. Concluido, siquiera haya sido a la trompa talega, el proceso de fiscalización del INE, toca ahora al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación decidir sobre el caso. Esperemos que su sentencia sea para bien de Coahuila y de los coahuilenses… Un viudo de 80 años casó con una frondosa mujer de 35. Por causa de la edad del novio sus hijos acordaron que los recién casados tuvieran en la luna de miel habitaciones separadas. Para sorpresa de la novia, su flamante marido la visitó tres veces en el curso de la noche de bodas, y en las tres le demostró su amor cumplidamente. La cuarta vez, en cambio, dio ciertas señales de fatiga. Le dijo la desposada: “Ya no se esfuerce, don Geroncio”. “Perdóname, linda –se disculpó el añoso galán-. Tanto ir y venir de un cuarto a otro me tiene algo cansado”… Don Poseidón, granjero acomodado, tenía una hija en edad de merecer llamada Bucolina. La muchacha ganó una beca del Municipio para ir a la capital del Estado a cursar la carrera de corte y confección de ropa. Cuando a los seis meses regresó, concluidos sus estudios, don Poseidón se preocupó al ver el estado físico de su hija. Le comentó con inquietud: “Vienes mucho más delgada”. Explicó Bucolina con palabras y tono de ciudad: “Es que diariamente hacía 200 sentadillas en el gym”. Preguntó, atufado, el genitor: “¿Y quién chingaos es ese tal Jim?”…FIN.