Syracuse.- Una mujer “muerta” que estaba a punto de ser operada para donar sus órganos, abrió los ojos en el quirófano.
Colleen Burns, de 41 años, había sido preparada para ser donante cuando tuvo un último reflejo de vida y parpadeó.
La madre de tres niños fue ingresada al hospital por sobredosis de drogas y posteriormente declarada muerta, pero los doctores no realizaron una prueba básica antes de hacer la declaración, no revisaron si el cerebro de la mujer seguía funcionando.
La noticia devastó a la familia de Burns, quien aceptó que se le desconectaran los aparatos que la mantenían con vida y sus órganos fueran donados.
En realidad, Colleen se encontraba en coma debido a la cantidad de drogas que había consumido.
Dos semanas después de “revivir” fue dada de alta del hospital St. Joseph en Nueva York.
La problemática Colleen nunca demandó a la institución por la falla y tristemente 16 meses después del incidente Burns se quitó la vida.
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