Córdoba.- Hasta en un 10 por ciento se han incrementado las atenciones por embarazos en adolescentes menores de 16 años, en clínicas particulares.
El incremento se detectó sólo entre el 2016 y el primer semestre del año en curso. La Encuesta Nacional de la Juventud reflejó que los jóvenes aún tienen vergüenza para adquirir un método anticonceptivo.
De acuerdo con el director de Calidad de conocido nosocomio privado, Ricardo Fernández, la condición se ha tornado “preocupante”, ya que aunque de los 200 nacimientos mensuales que se atienden, el 20 por ciento son en jóvenes de entre 16 a 22 años, sólo el 40 por ciento de los casos corresponden a mujeres de entre los 22 a los 32 años y el resto en mujeres entre los 32 a los 40 años de edad.
Los casos de embarazos en gente joven en lugar de disminuir van en aumento. Según su percepción, el fracaso de los programas se debe a que no existe una cultura de medicina preventiva.
El registrar un embarazo a corta edad, además de derivar en problemas de desarrollo académico y social, puede ocasionar en la mujer daños en la salud, como sangrados o hemorragias, riesgo mayor por cesáreas, aumento en infecciones que en su momento pueden condicionar la vida de la paciente al considerar que su madurez sexual es insuficiente para atender un parto.
Aunque los bebés se consideran que no tienen un riesgo por nacer de una madre joven, el producto puede llegar a presentar contraindicaciones cuando la madre presenta problemas de nutrición.
Según la Encuesta Nacional de la Juventud de 2010, arrojó que de una muestra de 29 mil 787 jóvenes de entre los 12 a los 29 años, el 49 por ciento no utilizó ningún método anticonceptivo en su primera relación.
