Orizaba.- Buscan rescatar el tesoro culinario del México precolombino, teniendo a la Sierra de Zongolica como uno de los principales exponentes en hortalizas y frutos prehispánicos, para una mejor integración en el mundo moderno.
En rueda de prensa, los responsables del proyecto: Irish Vásquez Silva, presidenta ejecutiva de Nimitz Il Namiki “Recuerdos del Corazón”; Irina Stoenescu, directora de mercadotecnia y desarrollo estratégico; Joseph Simcox, Etnobotánica y ecologista con plantas comestibles del mundo, resaltaron que tienen como propósito preservar, educar y enseñar las tradiciones culinarias de México.
Indicaron que esto se logrará mediante la promoción del uso sustentable de plantas comestibles prehispánicas, cultivadas y silvestres. Teniendo como base que en las investigaciones arqueológicas y botánicas, nuestros antepasados utilizaban más de 3 mil plantas como recurso alimentario, “muchas de ellas han caído en el olvido y son casi indetectables en los mercados y en la cocina actual”.
Dentro de la investigación que realizaron, relataron que alguna de ellas les llevó hasta cinco años encontrarla en los campos mexicanos, es el caso de la fruta perdida de los aztecas, “si ustedes algún día la llegan a probar es una delicia, tiene un sabor entre kiwi y jitomate, no podemos dar su ubicación porque queremos proteger a los productores”.
Irina Stoenescu y quien actualmente se encuentra radicando en Estados Unidos, manifestó que se trata de rescatar “las plantas y tradiciones precolombinas de diversas zonas de México para integrarlos en una dieta moderna y hacer que la gente se fije en su valor económico y cultural”.
Vía telefónica, relató que en lugares como Estados Unidos existe una alta población mexicana con marcados problemas de estereotipos que no permite al consumidor conocer más allá de la gastronomía, porque “cuando la gente piensa en comida mexicana la asocia con los taquitos, los burritos, pero eso es una parte muy restringida de lo que México tiene que ofrecer al mundo”.
Ante ello, consideró que hay un potencial muy grande en la diversidad de los productos que tiene el País en el campo y que es “en materia de plantas y recetas tradicionales. También lo veo como un esfuerzo cultural de presentar a un México emprendedor”.
